El artista tardó casi dos meses para elaborar el mural, además trabajó ideas y conceptos para platicar con historiadores y gente del barrio que los validó
Por Guadalupe Juárez
Un mariachi tocando la trompeta con la iglesia de Santa Cruz a sus espaldas, un plato de mole, otro de chile en nogada y un par de huehues enfundados con sus trajes tradicionales bailando con el Popocatépetl de fondo, son parte de los elementos que acompañan una joya: al mercado de El Alto.
Así le llama Jorge Cejudo al mercado situado en el barrio de El Alto, una joya, en la que ahora ha plasmado sus trazos para darle nueva cara al inmueble que, de manera reciente, fue remodelado.
“Me inspiró mucho lo que sucede en el mercado, que es el tema de la comida, de música, en especial los mariachis, y el tema de la tradición con los huehues que ahí están. En la parte arquitectónica del inmueble, me parece que es muy bonita, que es única, que esté ahí en esa zona, como con tanto aire alrededor, me parece que es un elemento muy bonito, y en el caso de la fachada, me gusta la talavera y demás”, dice a ContraRéplica Puebla.
El artista plástico, oriundo de la Ciudad de México, tardó casi dos meses en la elaboración del mural, entre la conceptualización del diseño, para el que trabajó ideas y conceptos al platicar con historiadores y gente del barrio que los validó. Su equipo estuvo conformado por 10 personas, todas originarias de la entidad poblana.
“Me parece importante que todos los asistentes fueran poblanos, para que tenga un arte local, un apoyo de artistas locales, todo esto yo también lo quería, y que no fuera una visión totalmente foránea, por decirlo de alguna manera”.
Por eso, dice, que con estos elementos grabados en las paredes es una forma para que el mercado “hable de su propio barrio”.
“Me gusta utilizar colores muy, como muy coloridos, muy alegres, muy vivos, porque para mí eso es un mercado, variedad de colores, texturas, sabores, y también lo que es la música, con colores vivos, la música y la fiesta”.
Jorge, también conocido como “El Cejas”, no sólo retomó las vivencias de los locatarios y la gente del barrio, pues un recuerdo de su juventud también formó parte del proceso creativo, cuando su mamá vivía en Puebla, en la 3 Oriente y caminaba junto a ella la zona, y fue precisamente el mercado de El Alto, el que le llamó la atención.
“Me parece que es un mercado muy, no me gustaría decirte que es pequeño, porque suena a hacerlo menos, pero parece que tiene un formato muy cómodo, muy lindo, y lo que te decía, lo que parece que está levantado, parece que realza ese nombre del alto, como que está en un pedestal y está en un lugar único, una joya puesta en un lugar alto”.
A Jorge le gustaría que cuando la gente vea los murales, tanto turistas locales, como nacionales y extranjeros, sea como si lo “saborearan visualmente”, como si escucharan la música que les gusta.
El artista asegura que los trazos de estos elementos que siempre han estado ahí, los murales serán vistos desde otro ángulo, ahora con un toque contemporáneo.
No sólo eso, opina, que el renovar el mercado es transformar no sólo la imagen urbana del lugar, sino las experiencias, sentimientos y emociones de la gente que se encuentra a diario ahí, entre los comerciantes, músicos y visitantes.
“Quiero agradecer al Ayuntamiento, al estado de Puebla y a toda la gente por la que fue posible hacer este proyecto, y sobre todo decir que cada visita a Puebla, yo aprendo algo nuevo. Visualmente es riquísima, tiene una historia espectacular, y agradecido con el proyecto y pues esperemos que ya abran para esperar cuáles son las reacciones de los visitantes”, concluyó.
¿Quién es Jorge?
Jorge tiene 53 años, es diseñador gráfico por la universidad Anáhuac, con diversos cursos en La Esmeralda, Academia de San Carlos y Arteum. Es considerado un artista multidisciplinario, al incursionar en diferentes técnicas de pintura, dibujo, grabado y escultura, instalación y muralismo. Además de procesos digitales, video, animación y fotografía.
A la fecha es el artista con más metros cuadrados de murales en la Ciudad de México, con piezas como un mural de mosaico veneciano más grande del mundo, llamado “Soy mi Centro”.
En los últimos años, se ha dedicado a los proyectos de arte urbano y de rescate de espacios públicos, además de dirigir su estudio de comunicación visual “in-dice”.
Foto: Especial