Puebla
Por: Guadalupe Juárez
Pasar en confinamiento casi un mes será una tarea imposible para un millón 333 mil 400 personas en Puebla que, sin pandemia ni emergencia sanitaria, todos los días por falta de dinero dejan de desayunar, comer o cenar o, de plano, no se alimentan en todo el día.
Sólo en la capital 423 mil 124 personas padecen hambre -también llamada pobreza alimentaria-, de acuerdo con el más reciente informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Esta condición se multiplicaría ante el paro de actividades económicas en el país por la propagación del Covid-19 y la llegada de una fase 3.
El gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta se ha fijado una meta para aminorar el impacto de quedarse en casa para más de un millón de personas: la entrega universal de despensas financiadas por la administración estatal, denominada Puebla Contigo, y el llamado a la sociedad poblana con mayores “privilegios” a la solidaridad para entregar apoyos alimentarios a quienes se han quedado sin empleo o no quedarse en su casa por salir a trabajar para comer aun con la emergencia sanitaria.
La entrega de las despensas, según ha dictado el gobernador, se realizará por primera vez sin un padrón de programas gubernamentales o lista de organizaciones, si no casa por casa. En una primera etapa en la capital del estado y zona metropolitana, y después, en el interior de la entidad.
“La entrega de todos los paquetes va a ser sin censos, universal, gratuita absolutamente, directamente entregada a las casas.
Nada que por listas, que por liderazgos, no voy a solapar ninguna desviación que vaya por esa ruta del beneficio en agravio de los que menos tienen”, advirtió al poner en marcha el programa de emergencia.
Desde el sábado pasado, las diferentes dependencias del gobierno estatal iniciaron la entrega de paquetes.
Por ejemplo: la Secretaría de Seguridad Pública cubrió las colonias El Tamborcito, El Refugio, Adolfo López Mateos y Héroes del 5 de Mayo.
Cada paquete pesa 25 kilogramos y contiene productos para la subsistencia de un mes para una familia de cinco integrantes. Hasta ayer se desconocía el total de unidades que entregaron y las que repartirán durante los días que dure el programa.
“Decirles que cuando les pedimos a nuestros poblanos quedarse en sus domicilios para muchos resulta un asunto incómodo, sí, pero un asunto factible en todos los sentidos. Se han vuelto confinamientos egoístas, de comodidad absoluta, de banalidades (…), pero nosotros nos tenemos que preocupar por los que están confinados y no tienen qué comer”, sentenció Barbosa Huerta.
LOS QUE SUFREN CARENCIAS
Además de la capital poblana, en la zona metropolitana en municipios como San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, Cuautlancingo, Amozoc y Coronango, el Coneval contabilizó que 115 mil 312 personas tienen carencias para alimentarse.
En San Andrés Cholula, 26.5 por ciento de su población tiene dificultades para alimentarse; en San Pedro Cholula, 19.3 por ciento; en Cuautlancingo, 21.1 por ciento; en Amozoc, 24.6 por ciento; y en Coronango, 15.7 por ciento.
Los 217 municipios registran casos donde sus habitantes no tienen los suficientes ingresos para comprar alimentos, ni siquiera a adultos mayores y niños. Sin embargo, hay 31 municipios que al menos tres de cada 10 personas que los habitan hay días que dejan de comer por falta del dinero suficiente para comprar comida.
Entre estos se encuentran municipios como Acteopan, Vicente Guerrero, Zihuateutla, Xochiltepec, Tuzapaman, Toltepec de Guerrero, Tlacuilotepec, Chila de la Sal, Cohetzala, Calpan, Acajete y Acatzingo y Acajete, por mencionar algunos.
Estas condiciones sin tomar en cuenta las familias que perdieron su empleo al cerrar las fuentes de empleo por la contingencia o quienes dependen de ingresos en trabajos informales.
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en Puebla hasta marzo del año en curso en promedio una persona que trabaja tiene ingresos de alrededor de 2 mil 500 pesos a la quincena, cuando la canasta básica ronda los 2 mil 780 pesos.