Destrozan dedos a niño por bullying, en Matamoros

José, de apenas 6 años, estudiante de primero de primaria, tiene sus dedos de la mano derecha destrozados, producto de una agresión registrada en la escuela por uno de sus compañeros que lo acosaba desde un par de meses atrás.

Desde marzo del año en curso, uno de sus compañeros en la escuela “Mariano Matamoros” de San Juan Piaxtla, Izúcar de Matamoros, lo golpeaba, le decía de cosas y en el receso le tiraba su almuerzo, situación que su madre y abuela le notificaron a su maestra Adelaila.

La docente ignoró el reclamo hasta el 7 de mayo que la agresión escaló, el pequeño fue a los sanitarios en el receso, y ahí su agresor le aplastó los dedos de la mano derecha en varias ocasiones con la puerta hasta hacerlo sangrar, relató Ana, madre del menor a esta casa editorial.

Tres dedos resultaron fracturados, inclusive el personal médico le habló a Ana de una posible amputación del dedo índice, debido al daño ocasionado por los golpes.

El menor permaneció hospitalizado una semana, ya que el médico prefirió esperar para no operarlo de inmediato y ver si reaccionaba la inflamación con el medicamento y no usar clavos, pues era una medida que tal vez su cuerpo no toleraría.

En la escuela, cuyo director es Roberto Castillero, les dijeron que había sido un accidente y que José por su cuenta “se había machucado con la puerta”, por lo que le negaron la agresión.

La madre del niño denunció en la Coordinación Regional de Desarrollo Educativo (CORDE) la situación, pero el caso no avanzó, hasta que acudió a oficinas de la Secretaría de Educación en la capital poblana, donde le dijeron que no habían recibido ningún expediente.

Ana acusa que el inspector de la zona y personal de la CORDE protege al director, a quien intentó denunciar por negligencia, aunque la orientaron que la denuncia solo podría hacerla contra el menor agresor y sus padres.

De esta forma denunciaron al agresor y el jueves pasado un agente del ministerio público platicó con José y al día siguiente lo atendió una psicóloga, por lo que espera que haya justicia para su pequeño.

También acudió a la Comisión de Derechos Humanos, donde tampoco le han dado respuesta.

A la par, el director y los padres del agresor junto a ella tuvieron una reunión hace 15 días para llegar a un acuerdo, sin embargo, la madre busca además de la reparación del daño que no se repita un caso similar en la institución.

Ana aseguró que al igual que su hijo, otros padres de familia han comentado que la maestra del grupo les suele poner como castigo orejas de burro a los estudiantes, además de golpearlos con una vara como represalia durante las clases.

A esto se suman otros accidentes al interior del plantel, una semana antes de la agresión contra José, una menor cayó y se golpeó la cabeza, así como un historial de señalamientos contra la docente Adelaida y el director por situaciones similares de acoso escolar que no atienden a tiempo, por lo que los padres deciden cambiar de escuelas a sus hijos.

“Lo que quiero es que me reparen el daño de mi niño, porque emocionalmente quedó mal, mi niño se espanta, mi niño llora, tiene pesadillas en las noches, está espantando, va a tener mucha terapia porque sus dedos no los mueve todavía, y que se haga justicia con los maestros porque ahorita fue mi niño, pero puede que sean otros niños”, sostuvo.