Por Guadalupe Juárez
Familiares de Elena Larrea despidieron a la joven activista en una breve ceremonia a puerta cerrada junto a sus equinos que rescató en Cuacolandia, santuario ubicado en Atlixco.
En redes sociales, gente cercana a Elena compartieron algunos videos, donde se observa a la madre de la activista al lado del ataúd abierto, al que acercaron a algunos de los animales que ella rescató.
En las imágenes compartidas también se escucha rebuznar a Igor, el burro que salvó de pasar toda su vida en un carrusel, así como relinchar a los casi 50 equinos, mientras sus amigos y conocidos lamentan la pérdida de la activista y lo que significó para los animales que se encuentran en el lugar.
Al darse a conocer la noticia, algunos seguidores de la también modelo e influencer acudieron a Cuacolandia para intentar despedirla y al no poder acceder, colocaron flores en la puerta.
El próximo viernes a las 20:00 horas, en el zócalo de Puebla animalistas preparan un homenaje en memoria de Elena Larrea, para resaltar sus logros en defensa de los animales.
Por otra parte, en Bellas Artes en Ciudad de México el próximo domingo 24 de marzo, también preparan un homenaje en la explanada, por lo cual piden a los asistentes ir de blanco com una veladora.
En tanto, la organización Salvemos a Benito, que promovió el traslado de la jirafa a Puebla después de estar en condiciones deplorables en Chihuahua, pidió impulsar la "Ley Elena", en la que se castigue de manera severa la zoofilia y así preservar su legado.
La muerte de Elena Larrea conmovió a los activistas animalistas, quienes compartieron diversos mensajes en apoyo a su trabajo en Cuacolandia, el cual buscan continúe en funcionamiento para el resguardo de 50 ejemplares.
La causa de su deceso fue una trombosis pulmonar en una intervención quirúrgica el martes pasado, por lo que su familia pidió respeto a su duelo.
La Secretaría de Medio Ambiente estatal anunció que resguardará a los equinos que llevaron al santuario como parte de alguna denuncia, entre ellos Mila, la potranca víctima de crueldad animal y de zoofilia, además de apoyar en el resguardo del resto de los ejemplares.
Sin embargo, el equipo de Cuacolandia dejó abierta la posibilidad de continuar con el funcionamiento del lugar fundado por Elena Larrea.