Claudia Rivera hereda casi la misma condición de rezago que recibió

Pírricos avances reportan los diferentes indicadores de desarrollo social en la capital.

Por Jaime Carrera

El ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco entregará un municipio a la siguiente administración aún con rezagos en materia de desarrollo social, pues de 2015 a 2020 Puebla capital se mantuvo con la misma cantidad de viviendas que no disponen de energía eléctrica, un aumento del 0.4 por ciento en casas habitación con piso de tierra y un incremento de 2.2 por ciento de población de 6 a 14 años que no asistió a la escuela al cierre del año pasado.

Aun cuando la política pública diseñada desde la Comuna estuvo enfocada en el discurso hacia el apoyo a quienes menos tienen y bajo la premisa de “primero los pobres”, los Índices de Desarrollo Social no tuvieron grandes impactos de mejora de 2015 a 2020 —en las administraciones municipales de José Antonio Gali Fayad, Luis Banck Serrato y Claudia Rivera Vivanco— pues, en los rubros de viviendas sin agua entubada y sin sanitario sólo disminuyeron .7 y .2 por ciento.

En el registro de mejoras porcentuales mínimas de los índices medidos por el Coneval, así como un incremento del 7.1 por ciento en las personas sin acceso a derechohabiencia a servicios de salud de 2015 para 2020, no todo fue culpa del ayuntamiento, pues hubo factores como un incremento de la población y la pandemia de Covid-19 que, en su caso, repercutió en la cantidad de jóvenes que abandonó temporalmente la escuela al cierre del 2020.

De manera general, del 2000 al 2015 hubo una disminución mantenida y proporcional en los porcentajes de carencias en el desarrollo social de los poblanos de la capital, sin embargo, en el último lustro (2015-2020), las mejoras fueron mínimas, inclusive disminuciones de los porcentajes a la mitad de lo alcanzado durante el mismo periodo inmediato anterior o peor aún, cifras que se mantuvieron o que, por el contrario, incrementaron con Claudia Rivera.

Mientras los porcentajes de viviendas sin excusado, agua entubada y drenaje disminuyeron -1%, -3.7% y -0.6% de 2010 para 2015 en la capital poblana, respectivamente, para el periodo 2015-2020 los mismos porcentajes de reducción apenas alcanzaron -0.4%, -0.7% y -0.3%, lo que evidenció un rezago en la cantidad de hogares que no pudieron mejorar sus condiciones de vida a pesar de que un gobierno de izquierda gobernó por primera vez la ciudad.

Por poner un ejemplo, al cierre de 2020 y después de dos años de gestión de Claudia Rivera, tres de las juntas auxiliares históricamente olvidadas en una de las metrópolis de mayor importancia en México: La Resurrección, San Miguel Canoa y San Andrés Azumiatla, concentraron 586 viviendas con piso de tierra y 92 sin energía eléctrica; además de 207 sin acceso a agua entubada de la red pública y otras 701 sin red de drenaje en plena pandemia de Covid-19.

La pobreza en las viviendas en las juntas auxiliares ubicadas en la periferia de la ciudad es tal, que aun cuando los porcentajes son mínimos, existen pobladores que no tienen ningún bien propio.

En San Andrés Azumiatla un 4.7 por ciento de las viviendas no tienen ningún bien como patrimonio, en tanto, en La Resurrección y San Miguel Canoa, los porcentajes de casas habitación en esas condiciones fueron del 2.8 y 4.7 por ciento.

La falta de acciones para mejorar las condiciones de vida de los poblanos, sobre todo, en juntas auxiliares, localidades, inspectorías, rancherías y comisariados ejidales, contrasta completamente con la erogación de recursos en lo que va de la administración, pues en cada cierre de ejercicio fiscal existieron subejercicios con hasta más de mil millones de pesos en cuentas bancarias, aun cuando el argumento de la Comuna fueron “finanzas sanas”.

CRÍTICAS A DEPENDENCIA DEL BIENESTAR MUNICIPAL

La exsecretaria de Desarrollo Social ahora de Bienestar ha mantenido un ejercicio irregular de los recursos, según lo han sostenido grupos de regidores en lo que va de la administración de Claudia Rivera Vivanco, tal es el caso de la cabildante Libertad Aguirre, quien a cuatro meses de que concluya la administración criticó que la dependencia aún cuente con 135 millones de pesos sin gastar.

Esto, en medio de dudas e incongruencias que han sido expuestas al titular de la secretaría, Enrique Glockner, al que han exigido que rinda cuentas específicas sobre el presupuesto ejercido durante 2021, pues los regidores criticaron que no se ven avances en los programas de apoyos sociales y mucho menos los diseñados e implementados para la población vulnerable por la pandemia.

Según los Estados Financieros, la Secretaría de Bienestar arrastró un subejercicio de 72.4 millones de pesos al cierre de 2020 y cuyo presupuesto inicial fue de 222.9 millones de pesos, de los cuales, el 32 por ciento se desconoció si fue transmitido en su totalidad al ejercicio fiscal 2021. Para este 2021, aún se tendría cerca del 90 por ciento de recursos disponibles al cierre de mayo.