Las recientes medidas arancelarias implementadas por el presidente estadounidense Donald Trump han reconfigurado el comercio global, abriendo oportunidades significativas para Brasil en el mercado internacional de alimentos. Expertos señalan que el país sudamericano está en condiciones de ocupar espacios en la provisión mundial de productos como soya, algodón y carnes, tradicionalmente abastecidos por Estados Unidos.
Antonio Diegues, profesor de Economía de la Universidad de Campinas, destaca que Brasil puede consolidarse como un proveedor seguro y confiable, especialmente en un contexto donde otros países buscan reducir su dependencia de las importaciones estadounidenses. "Tenemos una súper cosecha y una política externa pragmática que nos permite aprovechar estas oportunidades", afirma Diegues.
La creciente demanda de China ha sido un factor determinante en este escenario. Durante el primer trimestre de 2025, Brasil exportó 22.8 millones de toneladas de soya, de las cuales 17.7 millones tuvieron como destino el mercado chino, marcando un récord en los envíos. Este incremento se atribuye a compras anticipadas realizadas por China y refleja una tendencia similar a la observada durante las disputas comerciales de 2018.
Sin embargo, para consolidar esta posición, Brasil enfrenta desafíos internos, especialmente en términos de infraestructura logística. Bartolomeu Braz, director de la Asociación de Productores de Soja (Aprosoja), señala que las deficiencias en este ámbito dificultan el cumplimiento de metas y la aspiración de convertirse en el principal exportador de alimentos del mundo.
Además, el aumento en las exportaciones ha generado preocupaciones sobre posibles incrementos en los precios internos de los alimentos, lo que podría afectar la inflación y la popularidad del gobierno. En enero de 2025, los precios de alimentos y bebidas registraron un alza cercana al 1%, marcando el quinto mes consecutivo de incrementos.
A pesar de estos retos, Brasil ya se posiciona como el mayor exportador mundial de soya, maíz, café, azúcar, jugo de naranja, carne bovina y carne de pollo. La coyuntura actual presenta una oportunidad para fortalecer su presencia en el mercado global y diversificar sus socios comerciales, especialmente en un contexto de tensiones y reconfiguración de las relaciones comerciales internacionales.