Tiraditos

Puebla miércoles 24 de febrero de 2021 - 22:47

¿ÉTICA MUNICIPAL?

•Una palabra que define en su justa dimensión al actual gobierno municipal es santurrón. Según la Real Academia de la Lengua, significa: “exagerado en los actos de devoción” y “gazmoño, hipócrita que aparenta ser devoto”. Gazmoño, a su vez, se refiere a aquel “que afecta devoción, escrúpulos y virtudes que no tiene”.

El comentario viene a cuento porque la gestión riverista prefiere recordar Atenco para criticar un actuar ético que la 4T demanda. Pero, ¿cuál es la ética de una autoridad que prefiere atacar a un funcionario estatal que atender, investigar y deslindar responsabilidades sobre las denuncias de presuntos actos de hostigamiento sexual en contra de servidoras? ¿O atender la trata de personas en el Centro Histórico? ¿O dejar de usar recursos para fortalecer la imagen de una persona a fin de ayudarla a lograr su reelección, muy al estilo morenovallista o marinista? ¿O dar a conocer los resultados de las denuncias de corrupción en el programa de despensas del DIF municipal, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, en la Secretaría de Gobernación municipal? ¿Es ético el actuar de una autoridad que dos años después entendió que comunicar es gobernar, pero inició justo cuando es más criticable que lo haga porque estamos en medio de un proceso electoral? ¿Un gobierno que se monta en el feminismo, pero es incapaz de acompañar una denuncia pública contra un cercano a la burbuja municipal? ¿Una autoridad que defiende los derechos de la comunidad LGBTTTIQA, pero que se olvida de dotar de los servicios mínimos indispensables a los ciudadanos, como es bacheo, parques públicos? ¿Una administración que critica la concesión de agua potable, pero es incapaz de meter en orden la anarquía que priva en juntas auxiliares, cuyo recurso es monopolizado por particulares? ¿A qué ética se refiere la autoridad municipal?

MANZANILLA, EL OPOSITOR

•Por más baños de pueblo y pronunciamientos de respaldo total a la Cuarta Transformación y al presidente Andrés Manuel López Obrador, el diputado federal Fernando Manzanilla Prieto no puede ocultar su alma tecnócrata que tanto detesta el actual régimen. Para muestra, su rechazo a la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, una iniciativa que deja en claro la visión del presidente de México sobre hacia dónde debe dirigirse el país. ¿Qué dijo Manzanilla? Que se pronunció en contra de la iniciativa de Reforma a la Industria Eléctrica, ya que “busca favorecer a las empresas de la CFE, lo que podría hacer más ineficiente el mercado eléctrico, encareciendo el producto en detrimento de los sectores industrial y de servicios, que son motores del crecimiento económico del país, lo que terminará por hacer menos atractiva y competitiva la economía”. Por el contrario, dijo que el único camino es la generación de energías limpias. ¿Por qué hay una dependencia energética en México?

Porque “durante décadas, el sector energético estuvo cerrado a la competencia y sólo dos empresas del Estado mexicano —Pemex y CFE— monopolizaban el mercado energético y… del total de las ganancias de estas empresas, sólo una pequeña parte fue destinada a reinversión en innovación y desarrollo tecnológico, lo que con el tiempo terminó por limitar su productividad y sangrarlas casi hasta el punto de la obsolescencia”. Entonces, ¿el proyecto de nación de AMLO no es lo que necesita México? De ser así, ¿por qué se suma a un proyecto con el que dista radicalmente? ¿No es acaso una incongruencia formar parte de un movimiento con el que no se simpatiza? ¿Dónde quedó el respaldo total a López Obrador?