HACER HISTORIA
•El inefable diputado local Héctor Alonso Granados logró lo que ningún político en Puebla: que el Instituto Electoral del Estado lo tengan bajo “tutela preventiva” ante las denuncias de violencia política de género contra sus compañeras legisladoras. Se trata de un hecho inaudito en la historia política de la Puebla moderna y significa una sola cosa: es la cabeza que el organismo entregará para confirmar que las cosas ya cambiaron.Es más, el IEE abrió la posibilidad de separar del cargo al pedestre Alonso si recae en su condición violenta. El comunicado del organismo electoral no tiene pierde: “Por medio de la Comisión Permanente de Quejas y Denuncias se determinó procedente la tutela preventiva con el objeto de exhortar al diputado Héctor Eduardo Alonso Granados, para que se abstenga de realizar manifestaciones que violenten políticamente a la diputada Nora Yéssica Merino Escamilla o a cualquier otra diputada integrante del Congreso del Estado de Puebla”.
UNA PRUEBA MÁS
•Bien lo dijo el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta al señalar la herencia política que le tocó recibir: un modelo de negocios basado en la política. Para nadie es un secreto que Rafael Moreno Valle estaba empecinado en ganarse el afecto del expresidente Enrique Peña Nieto y su grupo, por eso les entregó a manos llenas negocios para que los explotaran a placer. Uno de esos fue la concesión del sistema público de bicicletas en la capital poblana. El aval de todo ese negocio era Pemex, a través de Emilio Lozoya Austin. El resultado: el proyecto nunca se cumplió, fue un auténtico fracaso. Lo que hoy salta a la vista es que el karma sí existe, o al menos este caso así lo creemos, ya que el anuncio del famoso sistema de bicicletas se hizo durante la inauguración de la ciclopista más cara construida en todo el país.
BRONCAS VECINAS
•En Tlaxcala, las cosas no caminan nada bien para Marco Mena. De entrada, se encuentra entre los gobernadores peor evaluados y aunque el semáforo nacional ubica a esa entidad en color rojo, el mandatario insiste que se trata de color naranja y echó a andar toda la maquinaria automotriz y de la construcción pese al riesgo que eso implica. A la par, el Inegi le acaba de dar una mala noticia, aunque ande presumiendo que su administración resultó mejor que el perredista Alfonso Sánchez Anaya y el panista Héctor Ortiz en cuestión de creación de fuentes de empleo en sus primeros cuatro años de trabajo, por más que quiera no ha podido superar a su antecesor Mariano González Zarur, el priista que le heredó el cargo. ¡Qué caray!.
