Tiraditos

OBSESIONES CHOLULTECAS

•Corría el primer bimestre de 2021. Francisco Ramos Montaño, empleado del líder de la banda de los conejos, Fernando Manzanilla Prieto, estaba desesperado por amarrar el apoyo de actores políticos que le permitieran dar viabilidad al partido confesional Encuentro Social. Por azares del destino, la candidata a vencer en San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, tuvo el infortunio de encontrarse al exmarinista y le sorprendió el ansia que tenía por convencerla de pactar un candidato a modo en la contienda electoral. Lo sorprendente fueron las palabras del líder estatal del PES al referirse al tata priista Adán Xicale Huitle. Palabras más, palabras menos, Paco Ramos le dejó en claro que el antiguo aliado estaba obsesionado por ser candidato y haría todo lo que fuera para conseguirlo. “Está obsesionado contigo, quiere destruirte”, le confió el dirigente a la entonces alcaldesa. Y remató: “Yo puedo ayudarte”. Mujer de lealtades, Pérez Popoca sabía que cualquier acercamiento con Encuentro Social era una traición a la cabeza de la 4T en Puebla, por eso le dio su respuesta firme: “No me interesa”. Los días corrieron y Adán Xicale, en efecto, se convirtió en un sujeto con un patológico deseo de ser candidato de Morena y comenzó una absurda y muy denigrante guerra sucia contra su otrora amiga. Como era de esperarse, la encuesta interna de Morena demostró que la alcaldesa era la única que garantizaba el triunfo y le sacaba tres veces más en intención de voto a Xicale. Enfurecido por la decisión, el tata priista decidió quemar sus naves y aliarse con Fernando Manzanilla y ahí cavó su propia tumba. Fue entonces cuando Francisco Ramos le abrió la puerta al sujeto que meses antes calificaba como un “obsesivo”. Hoy, esa fichita es su candidato a la alcaldía. Lo que Ramos y Xicale ignoran es que la base morenista está intacta. La salida del tata no modificó nada el respaldo al proyecto karinista. De hecho, generó un efecto búmeran. Y es que nadie quiere estar cerca de un obsesivo. ¿Paco Ramos podrá ver a los ojos a Karina Pérez sin sentir vergüenza?

CLAUDIA Y EL INFORTUNIO

•Mal inicio de campaña tuvo Claudia Rivera Vivanco. A su pésima imagen de campaña –que derivó en burlas y memes-, se le sumó una tunda inmisericorde tanto de los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD como de las organizaciones ambulantes que liaron a golpes en una batalla campal en pleno Centro Histórico, lo que fue sólo la muestra del fracaso de su gobierno y la incapacidad de su amigo René Sánchez Galindo para meter en orden al comercio informal. En el día uno, la agenda la ganó su adversario Eduardo Rivera Pérez, quien mostró un buen músculo y una campaña propositiva. Al equipo claudista le costó un mes entender que la mejor arma que tienen todos los candidatos de la coalición PRIPAN-PRD es justamente Rivera Vivanco. Para abonar más al infortunio, la abanderada de Morena se aventó la puntada de decir que va 20 puntos arriba en las encuestas, lo que resulta ridículo cuando lo pronuncia la alcaldesa peor evaluada de todo el país. Y algo, peor: por primera vez en la historia reciente estamos frente a un candidato que tiene que esconder su nombre porque representa un golpe a su propia campaña al estar ligado con escándalos de corrupción, mal gobierno, incapacidad y fracaso. Los asesores marinistas de la alcaldesa con licencia optaron por vender a su abanderada como Clau y abajito, sin que destaque mucho, montaron solo su primer apellido. ¿Qué candidato tiene que esconder su nombre porque es un atentado a sus aspiraciones? Si eso no es motivo suficiente para abandonar la política por dignidad, entonces, no hay límite alguno.