«Ellos siempre han tenido –frente a los Estados Unidos– una relación de entreguismo»
Claudia Sheinbaum sobre los legisladores del PAN
¿Únicamente ellos? Hace exactamente dos años, en la antesala de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, las redes sociales junto con los grandes portales informativos hicieron énfasis en dos cosas que sólo en el México de la 4T tendrían cierta relevancia periodística: la utilización, por parte de Justin Trudeau y Joe Biden del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), una central aérea que al día de hoy cuenta con escasas rutas internacionales; así como el hecho, casi anecdótico, de que López Obrador viajara en compañía del Jefe de Estado norteamericano en una limusina de cerca de 15 millones de dólares.
Lejanos han quedado esos tiempos. La relación asimétrica plagada de respeto entre México y Estados Unidos ha concluido terminantemente con un manotazo en la oficina oval de la Casa Blanca. El legado comercial de Carlos Salinas de Gortari, que Andrés Manuel López Obrador jamás se atrevió a quebrantar renegociando con Donald Trump los términos del T-MEC, está a punto de cambiar su relación de fuerzas, trastornando la fachada económica de este país. No es obra de la casualidad que después de más de 40 años sea precisamente Claudia Sheinbaum quién ponga sobre la mesa la alternativa desarrollista del modelo de “sustitución de importaciones”.
El problema está en que ese modelo está destinado al fracaso pues no tendrá como financiarse. Una contracción económica, en materia de remesas e inversión extranjera directa, también supone una drástica reducción recaudatoria y presupuestal. Estamos frente a la peor pesadilla de cualquier populismo, sobre todo si este ha convertido los apoyos sociales en la única fórmula de su persistencia.
El futuro inmediato es “terra incognita” y Palacio Nacional sólo saldrá medianamente bien librado de esta guerra comercial si a los aranceles responde con más aranceles. Pero quizá no todo sea negativo, a cambio de la profundización de la recesión económica tenderemos una mayor congruencia entre el discurso y la política pública. En mi columna titulada “AMLO y la Cumbre de Líderes de América del Norte”, publicada el 10 de enero del 2023, compartía con usted la siguiente reflexión:
«¿Con qué cara AMLO se dice encabezar un gobierno humanista cuando se sienta a la mesa con Joe Biden, un presidente que ha deportado a 402 mil 351 mexicanos en lo que va de su administración? Con la única posible, con la cara de la hipocresía».
Finalmente tendremos congruencia en vez de crecimiento, así que se prepare el gobierno mexicano para “apretarse el cinturón” y llevar a la práctica la “pobreza franciscana” de la que tanto pregona.