Tensión global por posible cierre del estrecho de Ormuz tras ataques de EE.UU. a Irán

La creciente tensión entre Irán, Estados Unidos e Israel ha encendido las alertas en los mercados internacionales, ante la posibilidad de que Irán cierre el estratégico estrecho de Ormuz, una vía marítima clave por donde transita cerca del 20% del petróleo que se consume en el mundo. El reciente ataque estadounidense a tres instalaciones nucleares iraníes ha elevado el riesgo de una escalada en la región, y el Parlamento iraní ya aprobó una propuesta que permitiría bloquear el paso, aunque la decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.

El estrecho de Ormuz, que conecta el Golfo Pérsico con el mar Arábigo, es fundamental para el comercio energético mundial. En la primera mitad de 2023, más de 20 millones de barriles de crudo cruzaban diariamente este angosto corredor de apenas 33 kilómetros en su punto más estrecho, según la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA). Este volumen representa un flujo anual de petróleo cercano a los 600 mil millones de dólares, involucrando a países de la OPEP como Arabia Saudita, Irán, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.

Un eventual cierre del canal afectaría severamente el suministro global de crudo, provocando un alza inmediata en los precios del petróleo y una reacción adversa en los mercados financieros. También impactaría directamente a economías asiáticas como China, India, Japón y Corea del Sur, altamente dependientes del petróleo que transita por esta vía.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, instó a China a intervenir diplomáticamente para frenar una posible maniobra iraní. “Si Irán bloquea el estrecho, será un suicidio económico para ellos”, afirmó en entrevista con Fox News. China, principal comprador de petróleo iraní con importaciones superiores a los 1.8 millones de barriles diarios, aún no ha dado una respuesta clara, pero sí ha solicitado un cese inmediato de las hostilidades, criticando la ofensiva de EE.UU. como desestabilizadora.

El exdirector del MI6 británico, Alex Younger, advirtió que el peor escenario sería un bloqueo total del estrecho, mientras que el académico kuwaití Bader Al-Saif alertó sobre un potencial colapso en los mercados globales y un disparo en los precios del crudo si se concreta esta medida.

Militarmente, Irán podría intentar un cierre mediante la colocación de minas navales, el uso de lanchas rápidas o submarinos. No obstante, expertos advierten que tales acciones provocarían represalias, especialmente de la armada estadounidense. Aunque Teherán ha amenazado con cerrar el paso en otras ocasiones, nunca lo ha ejecutado de forma contundente.

La analista energética Vandana Hari explicó que cerrar el estrecho sería un grave error estratégico para Irán, ya que afectaría no solo sus exportaciones, sino también sus relaciones con aliados y clientes clave como China, además de enemistarse con otros países del Golfo cuyas economías dependen de estas rutas marítimas.

Actualmente, unas 3,000 embarcaciones atraviesan cada mes el estrecho de Ormuz, el cual se encuentra parcialmente dentro de las aguas territoriales de Irán y Omán. Su clausura representaría no solo un desafío logístico, sino una amenaza directa al equilibrio económico mundial.