Si el mundo no fue sutil… ¿por qué nosotros debemos serlo?
Columnas
Muchas sutilezas despojan de sus bríos a la razón
Hace un par de semanas escribí sobre los “naftalinos”, empresarios que están gestionando sus negocios como si estuvieran en los noventas (por cierto, ya hemos acuñado ese término en la agencia y cuando vemos algo que nos parezca sospechoso utilizamos ese adjetivo).
Bueno, pues esta semana volvemos a poner el dedo en la llaga haciendo una analogía boxística.
El mundo nos puso un madrazo que nos dejó sentados de culo en la lona, el réferi llegó y nos hizo el conteo de protección y muchos ya no se levantaron. El nocaut técnico se consumó en el tercer asalto. Si los rounds son 12, digamos que, por ahí de marzo, fue el gancho al hígado.
¿Recuerdas ese mes? Todos teníamos miedo, incertidumbre, nos guardamos no sabiendo qué diablos estaba pasando y qué iba a pasar con nuestras vidas y negocios. Esto fue absolutamente normal y hasta lógico, pero los meses fueron pasando y de 15 días se fue a un mes, a dos a tres.
En total llevamos prácticamente medio año con este bicho llamado Covid-19.
Los contagios no bajan, ves al mundo que está patas pa' arriba, volteas a ver a los gobernantes locales o nacionales y llegas a la conclusión de que o sales con tus propios recursos o esperar una ayuda muy limitada y austera.
Ese panorama te propone solo dos opciones: o desde tu esquina tiran la toalla diciendo ahí muere (y pierdes el combate) o te levantas cual Rocky ll viniendo de atrás ganando la pelea.
Sinceramente a mí me gusta más la segunda opción y quiero proponerte evaluar si te conviene seguir peleando o de plano te declaras perdido y te dan el conteo final.
Ya basta de sutilezas, ya basta de dudas, ya basta de solapar a empleados huevones, parientes mantenidos, procesos mediocres, calidades cuestionables o servicio al cliente de dos pesos. Si el mundo no fue sutil con su llamada de atención hacia nosotros los humanos viviendo en zona de confort… ¿Por qué nosotros debemos serlo? Por qué nosotros no nos levantamos, nos declaramos en pie de lucha y con el cuchillo entre los dientes, la bayoneta calada y toda la pasión de tus entrañas, te decides de una vez por todas romperla en tu sector siendo un verdadero y genuino caso de éxito digno de estudio en escuelas de negocios.
El tema es BINARIO… puedes o no puedes, es un SI o un NO.
Te declaras en quiebra o te levantas a pelear por tu empresa.
Te tiras al piso a llorar la tragedia o aprendes la lección y sales adelante.
NO, el mundo no fue sutil y espero que tú tampoco
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/CR
