Puede parecer algo sencillo, sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el cinturón de seguridad es uno de los componentes que más vidas ha salvado, pues evita la muerte de 100 mil personas al año. Una cifra nada despreciable si consideramos que los accidentes de tránsito cobran anualmente la vida de 1.25 millones de personas en el mundo.
De acuerdo con la OMS, está demostrado que el cinturón de seguridad es un elemento vital para la seguridad pasiva, ya que evita que el cuerpo salga disparado en caso de un impacto, reduciendo entre un 45 y el 50 por ciento el riesgo de un accidente mortal, pues su objetivo es amortiguar la desaceleración.
Además, hay que tomar en cuenta que elementos como las bolsas de aire o los reposacabezas dejan de ser eficaces si no se utiliza correctamente el cinturón de seguridad.
Es tal su importancia que, aproximadamente 105 países, que representan el 67 por ciento de la población mundial, cuentan con leyes que exigen el uso del cinturón de seguridad por parte de todos los ocupantes de un vehículo. En la actualidad, han alcanzado un nivel de desarrollo que, inclusive, equipan sus propias bolsas de aire para incrementar la protección de los usuarios.
SU ORIGEN
Los primeros registros del uso del cinturón se remontan al siglo XIX, en el transporte de pasajeros de carruajes tirados por caballos, lo que permitía que los pasajeros no saltaran en su asiento durante el recorrido debido a las irregularidades del camino. En las primeras décadas del siglo XX, los aviones usados en la Primera Guerra Mundial no contaban con una cabina cerrada, por lo que iniciaron los primeros prototipos de cinturones de seguridad para protegerlos contra impactos o salir expulsados de la cabina.
No fue hasta tres décadas más tarde que esta idea fue implementada en los autos. En 1948 sucedió el primer registro del uso de cinturones de seguridad en la industria automotriz, con el diseño realizado por el empresario Preston Tucker en los modelos Tucker sedan y Tucker Torpedo, los cuales son recordados por esta innovación en seguridad en aquel momento.
En 1956, Robert McNamara, quien era director de Ford, introdujo este sistema de retención de dos puntos como elemento opcional. En esta misma época Volvo tomó las riendas de un nuevo modelo de cinturón que brindara mayor sujeción, un diseño del ingeniero sueco Nils Bohlin, quien trabajaba para la compañía, el cual actualmente se conoce como cinturón de tres puntos. En los años sesenta, la gran mayoría de los vehículos de Volvo equipaban este sistema. Esta invención fue reconocida como una de las más significativas en la humanidad y la firma sueca liberó la patente para que todas las marcas automotrices incluyeran este elemento.
Año tras año, esta tecnología ha recibido mejoras respecto a sus anclajes, con la integración de pretensores que sujetan a la persona retrayéndola, así como el uso de bolsas de aire para cinturones, una de las más recientes actualizaciones que protege al ocupante de lastimar la clavícula y costillas por el fuerte impacto que puede provocar una colisión.
ASÍ TRABAJA
Las partes principales de las que está compuesto un cinturón de seguridad son: el retractor, que bloquea la cinta; la hebilla, el punto de anclaje, y la cinta, elemento que nos sujeta al vehículo. Su primera característica es que sus materiales y compuestos, fabricados a partir de una tela de poliéster, deben soportar tensiones desde mil 200 hasta 3 mil kilos.
Para ello, cuentan con la propiedad de deformarse cuando se produce un accidente, y de esta forma absorber la energía cinética del pasajero. Así, los cinturones de seguridad no son elásticos, sino que dan de sí perdiendo anchura y ganando en longitud.
El cinturón está conectado a un mecanismo retractor, cuyo elemento principal es un carrete que está sujeto a uno de los extremos del cinturón. Dentro del retractor, hay un resorte que hace girar al carrete, recogiendo la parte del cinturón que se encuentra suelta. Cuando se estira el cinturón, el carrete gira al sentido contrario de las agujas del reloj, lo que también hace retorcerse al resorte adjunto en la misma dirección.
El carrete giratorio sirve para desenrollar el resorte, sin embargo, tiende a volver a su forma original, por lo que opone resistencia a este movimiento de desenrollado. Si se suelta el cinturón, el resorte se tensará, haciendo girar el carrete en el sentido de las agujas del reloj, hasta que el cinturón recupere su tensión.
El retractor cuenta con bloqueo que detiene el giro del carrete cuando el coche tiene un impacto.
Actualmente existen varios sistemas de bloqueo activados por el movimiento del coche y bloqueos activados por el movimiento del cinturón. Muchos sistemas cuentan con pretensores, que también sirven para tensar el cinturón. Como pudiste leer, los cinturones de seguridad son fundamentales para mantener a los ocupantes del vehículo en su lugar en caso de colisión o impacto, así que utilízalo siempre.
Finalmente, para limpiar el cinturón de seguridad, basta con lavarlo con un cepillo, agua y jabón, e ir secando con un paño limpio conforme vamos lavando y repetir el proceso con todos los cinturones que equipa el coche. De esta forma, el material no sólo mantendrá sus propiedades mecánicas sino que, además, evitaremos parte de los malos olores que se producen en el habitáculo.