La Central de Abasto que nunca fue en Ciudad Serdán

La Central de Abasto fue una promesa, una que primero empezó con la colocación de la primera piedra, una letanía de agradecimientos a senadores que habían gestionado recursos para los accesos carreteros y la construcción de las naves, una que quedó en palabras.

Era 24 de febrero de 2015, rodeado de los priistas, Juan N., hablaba de la derrama económica en la región por la construcción de lo que sería la obra emblemática de su gobierno.

En ese entonces dijo que haría 47 bodegas, que había una inversión federal de 9 millones de pesos y una de empresarios por 26.6 millones de pesos.

Tres años después en la recta final de su administración inauguraba la tercera etapa, presumía que había invertido 50 millones de pesos.

“Me siento con ganas de seguir trabajando, de seguir tocando las puertas del Congreso y del Senado”, decía a sus invitados, entre ellos los priistas que acudían a su evento protocolario.

Las bodegas se construyeron, eran 50, se instalaron postes para luz eléctrica y los medios regionales presumían el avance, aunque las naves se veían vacías.

La prensa local en ese entonces consignó que el gobierno municipal les pidió 250 mil pesos a cada comerciante, pero nunca les entregaron las escrituras.

En 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hacía una serie de observaciones al Gobierno del Estado por la falta de documentación para comprobar el ejercicio de recursos entregados para el Programa para el Fortalecimiento Financiero (Fortamin), entre ellos lo otorgado al municipio de Chalchicomula de Sesma o Ciudad Serdán, como es conocido.

Se trataba de un monto de 14 millones 985 mil pesos destinados a la segunda etapa de la construcción de la central de abasto, identificada con el número de obra 20171134.

La ASF pedía al gobierno estatal exigir al Ayuntamiento aclarar las observaciones y devolver el monto que había detectado no fue ejercido.

El 12 de octubre de 2018, dos días antes de inaugurar la obra, en una sesión extraordinaria descentralizó las bodegas de la Central de Abasto. Trascendió que el ex edil pretendía venderlas entre 250 mil pesos y 750 mil pesos.

El 13 de marzo de 2020, un grupo de 10 empresarios denunciaron a Juan N., por la falta de cumplimiento en la entrega de bodegas. En ese entonces acusaron que había sido construido en un predio ejidal, propiedad de su cuñado fallecido Juan Carlos Hernández Ortiz.

Los mismos empresarios denunciaban que se trataba de un elefante blanco, que no podía ser utilizado ya que tampoco contaba con servicios públicos, debido a lo irregular del predio.

El 1 de julio de 2022, patrullas estatales y unidades rotuladas con el logo de la Fiscalía General del Estado llegaron a la Central de Abasto para recuperar el inmueble. La noche del 14 de noviembre el ex presidente municipal de extracción priista Juan N., fue detenido.

El entonces secretario general, Irvin Alberto N., (ya detenido); el síndico municipal, Hilario Aguilar; el tesorero, José Guillermo Ramos; y la directora de Obras Públicas, María Lucía Trinidad, son parte de los ex funcionarios que son mencionados en diversas denuncias presentadas tras la salida de Juan N., del Ayuntamiento.

En cuanto a ex regidores afines se encuentran María Eva N., de Gobernación; José Enrique Cecilio Ramírez Berriel, de Industria, Comercio y Agricultura; Abisaí Robles Malagón, de Ecología, Parques, Jardines y Panteones; José Pedro Jiménez Sarmiento, de Obras, Servicios Públicos y Desarrollo Urbano.

También Gema Ramos Nolasco de Educación Pública y Actividades Culturales y Arturo Aguilar Ramos de Turismo y Grupos Vulnerables, así como Gustavo Sandoval Rossains de Salubridad y Asistencia Pública.