Yoav Gallant, ministro de defensa israelí, anunció que tras los ataques de la milicia chiíta Hezbolá en la frontera con el Líbano no cesarán su avance por la franja de Gaza, argumentando que son sectores separados.
En su visita a la base militar del Monte Hermón, el ministro enalteció a sus tropas al asegurar que estas pueden combatir contra Hamas y Hezbolá, siendo enemigos que solo entienden a la fuerza.
Estas declaraciones chocan con las intenciones del líder militar, Hasan Nasrallah, a entablar conversaciones con integrantes del grupo Hamas para conseguir un alto al fuego por parte del ejército de Israel.
Desde el 2006 no se presentaba una oleada de violencia tan grande en la frontera del Líbano, temiendo que los ataques israelís solo sean el inicio de un nuevo conflicto. El ejército de Gallant, lanzó al menos 20 proyectiles cruzando desde el Líbano hacia el área de Meron, provocando una serie de incendios por la zona, además de la caída de dos misiles antitanque contra la localidad de Zar'it, donde tres personas resultaron heridas.
Hezbolá comenzó a actuar contra el ejército israelí como acto de solidaridad ante el pueblo palestino, donde más de 500 personas han perdido la vida en la frontera entre Israel y el Líbano.