Tras conflicto con personas que consumían bebidas alcohólicas en la vía pública y conato de bronca con comerciantes, vecinos han comenzado a recibir amenazas de muerte vía redes sociales
Por: Jaime Carrera
En La Margarita todo puede pasar. Por igual, grupos de personas ingieren bebidas embriagantes a plena luz del día en los andadores y alrededores de la unidad habitacional y comerciantes informales se instalan y se apropian del espacio público.
Ingobernabilidad, en eso se resume la cotidianidad de esa zona al suroriente de la capital poblana.
Sus habitantes, lejos de la zozobra que viven a diario por la latente inseguridad del sitio, ahora enfrentan una problemática más: recibir amenazas de muerte vía redes sociales, sólo por encarar a la ilegalidad y defender el espacio de todos.
De acuerdo con lo denunciado por un grupo de vecinos organizados de La Margarita, el 11 de octubre en las inmediaciones del hospital del IMSS, había personas consumiendo alcohol y alterando el orden público a las afueras de un domicilio.
Tras hacer el pedido de auxilio al 911 para el retiro de las personas, los vecinos solicitaron a los sujetos retirarse, sin embargo, comerciantes aledaños a la unidad médica intervinieron y agredieron verbal y físicamente a los colonos, lo que desató un conato de bronca.
"Aceptamos como vecinos la responsabilidad de haber caído en las provocaciones de los comerciantes unformales que sólo están en busca de encarar a los vecinos y manifestando que si no estamos a gusto vendiéramos nuestras propiedades y nos fuéramos de su zona", señala un comunicado al respecto.
Los hechos ocurrieron en la calle 53 oriente y Plaza de la Luz, en donde los habitantes tuvieron que activar las alarmas vecinales para que más gente saliera en apoyo de los habitantes que, inicialmente, reclamaron a los comerciantes instalados en esa parte de la vía pública.
Ante ello, el grupo de vecinos solicitaron el apoyo de las autoridades estatales e hicieron un llamado al gobernador Miguel Barbosa Huerta, a acabar con el cobijo de por parte de las autoridades municipales a vendedores, franeleros y demás personas que se han creído dueños de la vía pública.
"Después de esta situación los vecinos hemos estado recibiendo amenazas de muerte, vía redes sociales, mismos que se acercaron a Fiscalía a levantar la denuncia correspondiente y los remitieron a las oficinas de La Calera y al presentarse ahí les dijeron que no podían tomar la declaración porque la fotocopiadora no servía", se añadió en el comunicado.
Los agraviados demandaron cero tolerancia a los grupos de comerciantes que "han acabado con la paz" en esa unidad habitacional. "Por lo anterior, responsabilizamos a las autoridades por su omisión ya que nos han dejado sin amparo de seguridad pública", concluyó el comunicado en el que piden la intervención del gobierno estatal.