Por Guadalupe Juárez
Al ritmo del redoble del tambor, un contingente conformado de elementos del Ejército y la Guardia Nacional avanzan sobre la Avenida Reforma y Juan de Palafox y Mendoza ante la mirada de autoridades y familias que se despertaron temprano para ver en primera fila a los elementos de seguridad.
Son las 9:30 horas del 16 de septiembre, pero el sol todavía no está en su esplendor, aun así es necesario usar gafas de sol y sombrillas en la espera de quienes desfilan por la conmemoración de la Independencia de México en su 214 aniversario.
En el primer cuadro de la ciudad está lleno de vallas, en una carpa está el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien sonríe y fija su vista al frente para observar a cada grupo pasar, intercambia algunas palabras con su esposa Gabriela Bonilla, mientras los binomios canófilos desfilan frente a ellos.
Un grupo de policías municipales pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Ciudadana también avanzan detrás de la Guardia Nacional, que han sacado algunos de sus vehículos oficiales como motos y patrullas.
El desfile está conformado por una bandera monumental, 22 banderas nacionales, 178 elementos,75 vehículos, nueve binomios canófilos, 420 integrantes civiles, 40 vehículos, siete binomios canófilos y 10 equinos.
En menos de media hora ha terminado el desfile, la gente vuelve a guardar sus sombrillas, se aleja de las vallas y empieza a caminar por las calles todavía vacías, sin el ajetreo de un lunes.
Algunos niños y niñas aprovechan para tomarse una foto arriba de los vehículos militares, con los cascos que los integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional les prestan para posar.