Tiraditos

Puebla lunes 20 de abril de 2020 - 23:45

LOS INSENSATOS (III)

•Tras conocerse a los responsables del acto cómico-mágico-musical que derivó en un oficio enviado al Muro de la Insensatez, hay una conclusión: Claudia Rivera Vivanco es una mujer muy manipulable y rehén de tres personas: Liza Elena Aceves López, René Sánchez Galindo y el fifí César Yáñez Centeno, coordinador General de Política y Gobierno federal. Los dos primeros manipulan a la alcaldesa con la finalidad de sacar un provecho político: una quiere la rectoría (risas de fondo) y el otro la presidencia municipal (más risas de fondo). Pero en el caso de Yáñez el interés tiene una doble finalidad: desestabilizar a la gestión estatal y aprovechar que haya río revuelto para forzar a que la sucesión se decante a favor del senador Alejandro Armenta Mier.

Esta tríada es la que le habla al oído a Rivera Vivanco y la llevan a cometer las torpezas más grandes que pueda haber. La situación ya fue advertida por más de uno en el gabinete municipal pero no han logrado quitarle la venda de los ojos a su jefa.

DIFERENCIAS VISIBLES

•Las diferencias entre la administración estatal y la BUAP siguen vigentes. Primero, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta dio a conocer que la institución se había negado a firmar un acuerdo para que el Hospital Universitario pudiera convertirse en un centro de atención abierto para población que necesite internamiento por padecimientos no ligados al Covid-19 como traumatología, ginecología u ortopedia.

No precisó más. Sin embargo, la casa de estudios de inmediato reviró y a través de un comunicado anunció su disposición de firmar el convenio marco con la Secretaría de Salud estatal, pero con la condición de que no se deje al nosocomio sin ventiladores o personal. Mientras ambas instancias se ponen de acuerdo, las diferencias cada día parecen irreconciliables.

NEGOCIACIONES EN PIE

•El secretario de Gobernación estatal, David Méndez Márquez, se anotó un punto a su favor al lograr que el conflictivo tianguis de San Martín Texmelucan, uno de los más grandes de América Latina, suspendiera sus actividades tras la emergencia sanitaria. Eso demostró que el funcionario tiene muy bien agarrados los hilos de dicho centro comercial, un hecho pocas veces visto en la historia reciente de Puebla. El común denominador era que tanto alcaldes como gestiones estatales se plegaran a un acuerdo no muy convencidos ante el temor de una rebelión de los poderosos líderes tianguistas. El problema sigue siendo el tianguis de Tepeaca, en donde Luis Salazar se opone a un acuerdo. El líder, con oscuro historial, debería poner atención a lo que le sucedió a Manuel Valencia, dirigente en San Martín, quien se puso a jugar a las vencidas con la 4T y terminó en la cárcel.