El papa León XIV reunió a miles de fieles en la Plaza de San Pedro este domingo, donde reafirmó la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio como unión entre un hombre y una mujer. En su homilía, el pontífice rechazó que se trate de un simple ideal y lanzó una crítica a quienes justifican “la libertad para quitar la vida”.
Ante una multitud de familias congregadas en el corazón del Vaticano, el Santo Padre expresó: “el matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer”, citando la encíclica Humanae Vitae de 1968 como respaldo a su declaración.
El evento marcó el primer gran acto de León XIV en el marco del Jubileo, desde su elección el pasado 8 de mayo. La misa estuvo dedicada especialmente a las familias, los niños, los abuelos y los ancianos, quienes participaron activamente a pesar del fuerte calor que se sentía en Roma.
Durante su mensaje, el Papa abogó por “matrimonios santos” como pilares de la sociedad, capaces de resistir las fuerzas que atentan contra la unidad familiar y social. Hizo un llamado a construir relaciones basadas en el cuidado mutuo y la humanidad compartida.
“Todos nosotros vivimos gracias a una relación, a un vínculo libre y liberador”, afirmó el Pontífice, destacando la importancia de cimentar la paz desde el núcleo familiar. Reiteró que “del seno de las familias nace el futuro de los pueblos”.
León XIV lamentó también que, en algunas ocasiones, la humanidad es traicionada cuando no se protege la vida, especialmente cuando se justifica el derecho a ponerle fin. “Es cierto que, a veces, esta humanidad se ve traicionada”, dijo con pesar, señalando que Jesús continúa intercediendo incluso en medio del mal.
El Papa ilustró su mensaje con ejemplos de familias canonizadas, como los padres de santa Teresa del Niño Jesús y la familia Ulma, asesinada por proteger judíos durante la Segunda Guerra Mundial, presentándolos como referentes de santidad y entrega.
“La Iglesia propone matrimonios santos como testimonio de que el mundo actual necesita la alianza conyugal para descubrir y recibir el amor de Dios”, añadió el Papa, destacando que este amor tiene el poder de unir y reconciliar, contrarrestando fuerzas destructivas.
Delegaciones de 131 países se hicieron presentes con banderas y pancartas con mensajes como “Papa León, protege la familia”, en una jornada emotiva y multitudinaria dedicada a fortalecer la identidad y misión de la familia cristiana en el Año Santo.
Antes de iniciar la celebración eucarística, León XIV recorrió la plaza en el papamóvil, bendiciendo a niños y saludando a los fieles que lo aclamaban con entusiasmo. En un gesto espontáneo, llegó incluso a chocar la mano con un joven entre la multitud.
Al concluir la misa, el Papa rezó el “Regina Caeli”, la oración pascual que reemplaza al Ángelus, y dirigió unas palabras especiales a niños y ancianos, describiéndolos como “revividores de esperanza” y “modelos de fe e inspiración”.
Finalmente, pidió la intercesión de la Virgen María por todas las familias en dificultad, en especial aquellas afectadas por conflictos bélicos en Medio Oriente, Ucrania y otras regiones del mundo. Con un mensaje de unidad y fe, cerró: “Que la Madre de Dios nos ayude a caminar juntos por el camino de la paz”.
Imagen: AFP