Invaden casas vacías, despojan y las revenden…

Arturo (nombre que se usará para preservar el anonimato) recibió un mensaje de su esposa el martes 7 de febrero, dos hombres y una mujer intentaban entrar en la casa deshabitada de su suegra, le decían que estaba embargada, llevaban un expediente con el nombre de ella, pero su apellido estaba mal, aun así rompieron el candado de la reja y cambiaron la chapa.

Se enteraron por los vecinos que estas personas entraron a la casa e hicieron una especie de evalúo de la vivienda, llamaron a la policía, pero no pudieron hacer nada porque les mostraron este supuesto expediente. Los invasores calcularon en cuánto saldrían las reparaciones a simple vista y se fueron sin que la propietaria pudiera llegar a ver quiénes eran.

No esperaron mucho, buscaron la asesoría de un abogado, les dijo que al tener las escrituras y seguir pagando la vivienda, debían actuar rápido y entrar por la noche, soldar si era posible la reja y colocar letreros con la leyenda “propiedad privada” y el número de su asesor legal. Así lo hicieron.

Al día siguiente por la tarde, las personas que habían dicho que iban a embargar la vivienda estaban de nuevo ahí, Arturo salió de su oficina y los encaró, el intercambio de palabras subió de tono al exigirle que les mostrara las escrituras, llegó la policía pero no hicieron nada.

Él se fijó en todo, anotó nombres, las placas de la camioneta en la que viajaban, y los uniformados les dijeron que no era la primera vez que atienden este tipo de reportes, era la tercera ocasión que lo hacían en el mismo fraccionamiento.

La casa de la suegra de Arturo se encuentra sobre la avenida Carmelitas en el ex rancho San Diego Castillotla.

Durante la confrontación logró obtener un nombre del abogado que intentó “embargar la vivienda” y la foto de su cédula profesional como licenciado en Derecho, la cual aparece en el Registro Nacional de Profesionistas, pero las placas de la camioneta en la que huyeron, no eran reales.

Dio con otro nombre de las personas con las que se enfrentó, y con este rastreó el de su suegro cuyo perfil en Facebook presume un logo del Infonavit. El hombre se dedica a rentar y vender casas.

“La casa no está abandonada, sólo que no hemos tenido liquidez para arreglarla”, menciona Arturo a Diario ContraRéplica Puebla. Su suegra, es una mujer de 72 años, y no había tenido hasta ahora ningún problema con su vivienda.

Pero no han sido los únicos que se han enfrentado a esta situación en la capital poblana, hay más casos de los que se han percatado los vecinos de diversos fraccionamientos.

Tan sólo el Infonavit tiene detectadas 2 mil 24 viviendas ocupadas ilegalmente en la entidad poblana, de las cuales 19 no habían sido liquidadas por las personas que solicitaron su crédito, información obtenida vía transparencia por esta casa editorial.

A nivel nacional, el Infonavit detectó 119 mil 950 casas invadidas en las 32 entidades, Sonora y Estado de México ocupan los primeros sitios con hasta 10 mil viviendas cada una, ocupadas de manera ilegal.

El 95 por ciento de las viviendas se encuentran deterioradas y de éstas el 64 por ciento requieren reparaciones sencillas y moderadas.

El Infonavit ha iniciado juicios para recuperar estas casas invadidas, en la capital poblana indicó a esta casa editorial que lleva mil 113 casos en litigio por ocupación ilegal, 19 en San Andrés Cholula y 25 en San Pedro Cholula.

El 18 de enero de este año, el director general del Infonavit en Puebla, Tony Kuri Alam, mencionó que trabajaban junto al gobierno de Huejotzingo por viviendas que habían sido ocupadas de manera ilegal por “delincuentes”.

En la Fiscalía General del Estado (FGE) entre 2021 y 2022 hay mil 96 denuncias por despojo en la capital del estado, uno de los delitos relacionados con las personas que quitan las casas a otras.

Durante ese periodo han detenido a nueve personas por este ilícito, las cuales fueron vinculadas a proceso.

Pedro detectó en el fraccionamiento El Consorcio, por Bosques de San Sebastián, cómo los invasores ocupaban las casas abandonadas.

Uno de ellos fue su vecino en una casa que estaba abandonada desde hace 10 años. La familia llegó de manera discreta.

El problema se originó cuando sus nuevos vecinos comenzaron a robar el agua a través de una toma clandestina, lo cual le provocó problemas en su vivienda, mismos que tuvo que resolver porque le causaba humedad a su inmueble.

Los vecinos comenzaron a darse cuenta que esta familia quitaba las tuberías del agua y las vendían, solían recoger perros de la calle, nunca cambiaron los vidrios rotos, tuvieron demasiados conflictos hasta que dejaron la casa.

Pero Pedro notó que había por lo menos cinco casas más que habían sido invadidas, aunque las familias cooperaban normal con el mantenimiento, la luz del portón eléctrico y no había desencuentros con otros.

Isidro (nombre que se usará para preservar el anonimato) fue contactado por un vecino de la colonia en la que ha vivido los últimos 30 años, era un abogado, quien le pidió irse a vivir a una casa en San Manuel.

“Puedes vivir sin pagar renta, es para cuidarla y que no se deteriore, es de un amigo que me pidió no dejarla sola, puedes agarrar el auto que está ahí”, contó de manera anónima a Diario ContraRéplica Puebla.

Isidro se vio tentado a hacerlo, por años ha pagado renta de un departamento en donde vive con su familia y no tiene casa propia.

Sin embargo, al investigar más, se dio cuenta de que el abogado se dedicaba junto a otras personas a identificar las casas vacías en la ciudad, buscaban a gente que viviera ahí por un tiempo, simulaban embargos o haberlas comprado para después escriturar las viviendas y hasta venderlas después.

Sus víctimas eran por lo regular adultos mayores, como la suegra de Arturo, ya que la idea era que si iniciaban un litigio, en lo que este se desahogaba, los propietarios fallecían y eso dificultaba todavía más que lograran recuperarlas. Si tenían suerte y sus familiares no estaban al pendiente de ellos, podían quedarse con las casas y rematarlas.

La prensa ha documentado diversos casos de despojo, en 2019 en el fraccionamiento Villas Universidad un grupo de 50 personas querían quedarse con seis inmuebles. Los vecinos denunciaron la situación e identificaron a los responsables como parte de una “organización política”.

Otro caso se presentó en 2017 en Misiones de San Francisco en Coronango, cerca de la Volkswagen, cuando dos mujeres ocuparon una casa, cambiaron la chapa y le dijeron a la dueña que “le hiciera como pudiera”.

En 2010 personas vinculadas a Antorcha Campesina invadieron predios y casas en fraccionamiento El Refugio. El pleito duró más de cinco años sin que los propietarios pudieran desalojarlos.

Durante el año pasado, la FGE indicó que en 307 colonias de la capital poblana recibió 521 denuncias por despojo de personas que han invadido propiedades, información a la que obtuvo acceso esta casa editorial.

Los lugares con más denuncias son San Francisco Totimehuacan, en donde se acumularon 19 casos en 2022, seguidos del Centro Histórico con 13 casos, Bosques de San Sebastián con 12, Constitución Mexicana con 12, Héroes de Puebla con 11, Guadalupe Hidalgo con 11 y Santo Tomás Chautla con 10.

En la lista aparecen sitios como Ampliación Guadalupe Hidalgo, Amalucan, Agua Santa, Geovillas del Sur, Hacienda Santa Clara, Ignacio Romero Vargas, La Joya, Mayorazgo, Minerales de Guadalupe Sur, Playas del Sur, San Jerónimo Caleras, San Ramón, San Sebastián de Aparicio, Santiago, por mencionar algunas.