Del mito del amor romántico a la violencia en pareja

Pasar del “amor todo lo puede” al “nadie te va a amar como yo”, por lo regular enmarcan la violencia previa en una relación de pareja que puede llegar al asesinato, sobre todo en el caso de las mujeres, coincidieron especialistas.

Se trata de los mitos del amor romántico, instaurados en una cultura patriarcal, que ponen como centro el amor de pareja, en el que se fija la idea de que las mujeres no están completas sin una, explicó Ana Laura Gamboa, responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la Ibero Puebla.

Por lo regular esto nace de la fantasía de fusionarse con el otro, unión donde surgen las frases del “amor todo lo puede”, “el amor lo sana todo”, ideas culturales que se aprehenden de productos como canciones, series y películas en las que nos hace pensar que la cultura del amor es la única forma de vivir la vida.

“En el momento en el que me intento fusionar en el otro y empiezo a sostener una situación de vulnerabilidad con las opresiones de género van generando ese ciclo de violencia, los celos, la toma de decisiones, que por ejemplo puede estar permitido por la pareja”, señaló.

Un ejemplo es cuando una pareja tiene que pedir permiso para salir, y este control se convierte en violencia psicológica, donde se les restringe la convivencia con otras personas.

La especialista refirió que esto se ha comprobado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía como la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) en la que se menciona que cuatro de cada 10 mujeres han experimentado violencia en su actual relación.

Esta violencia previa es la que se ha analizado en los casos de feminicidio, pues por lo regular la mayoría de los casos las mujeres estaban en estas relaciones tóxicas y dependientes con sus victimarios.

Ivonne Martínez Hernández, profesora del Centro de Innovación del aprendizaje de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), consideró que sí hay un amor romántico sano, pero el cual se basa en la independencia emocional entre una pareja y sólo si hay desarrollo personal.

Sin embargo, advirtió, que los peligros de que se convierta en violencia se dan cuando la salud mental es nula, hay baja autoestima o autoconocimiento, regularmente se refleja en las mujeres, aunque aclaró que también afecta a los hombres.

Para identificarlo indicó que se presenta primero en forma de control y de posesión, cuando una persona restringe o monitorea en exceso las actividades de otra, así como sus decisiones, lo que ocasiona que se pierda la individualidad.

Otro efecto son los celos y la envidia, lo cual general conflictos en la relación amorosa, desde la prohibición de convivir con otras personas, hasta la molestia por los logros que obtiene su pareja, por lo que recomendó que en el caso de identificar estas conductas, se termine la relación, pues puede escalar.

El peligro se hace presente cuando hay abuso psicológico, una forma de control sutil, pero que orilla al aislamiento social, la humillación y la intimidación.

“Sólo yo te amo, sólo yo te voy a querer” son algunas de las expresiones que surgen en esta etapa, que llevan a una persona a sentirse menos.

La violencia escala a tal forma que de los celos, la envidia y el abuso psicológico pasa a la violencia física y sexual e inclusive la muerte.

Para Ana Laura Gamboa una de las soluciones es ser críticas a las formas en las que nos enseñaron a amar, en repensar y comprender que las mujeres podemos amar desde otros lugares, en donde puedan estar más cómodas y seguras.

Recomendó poner en práctica esto el 14 de febrero, para resaltar otros tipos de amor, como el que surge de la amistad entre mujeres, quienes pueden vivir lo mismo, y en conjunto pueden pensar cómo identificar las prácticas de sometimiento y control, establecer límites cuando una sea violentada y ayudar a identificar que eso es violencia.

Martínez Hernández propone, en cambio, que desde la escuela y la familia se hable desde pequeños los signos de una relación abusiva desde una amistad, en el que se delimite qué significa, cuándo es un “verdadero amigo”, para sí como sociedad tener muy claro cuando se puede tornar en una relación poco sana.