Claudia Rivera presume parque biblioteca que no ha inaugurado

La Comuna se dilató 14 meses para su construcción y sin tener un proyecto ejecutivo inicial; en tres ocasiones anunció su apertura.

Por Jaime Carrera

Una “obra magna” sin proyecto ejecutivo inicial, con un costo estimado en 27 millones de pesos paralizados durante 14 meses; desarrollada en medio de una torpeza administrativa por el tardío trámite de permisos ante el estado y con tres inauguraciones postergadas es lo que engloba un solo lugar: el Parque-Biblioteca “Gilberto Bosques Saldívar”.

Tuvo que pasar un año y dos meses más para que la administración municipal de Claudia Rivera Vivanco diera por “inaugurado” lo que se planteó como una de las obras más representativas del riverismo en Puebla capital: “un espacio educativo, cultural y deportivo de reconstrucción del tejido social” en el nororiente de la ciudad.

Durante todo ese lapso, en los alrededores del centro de esparcimiento abundaron tres cosas: falta de información sobre su proceso de construcción, anuncios publicitarios de un claroscuro informe de gobierno y muchos baches en la colonia Villaverde, desde donde sorpresivamente este fin de semana la alcaldesa realizó un evento en el que participó Paco Ignacio Taibo, director del Fondo de Cultura Económica.

El Parque Biblioteca no sólo no ha detonado un desarrollo social al norte de la ciudad, sino que durante más de un año del retraso de su inauguración se convirtió sólo en un patio trasero del Instituto Municipal de la Juventud, sin que haya una fecha para su apertura ante la contingencia por la pandemia de Covid-19.

“Este parque ya lo teníamos listo antes de que llegara la pandemia, antes de marzo de 2020, no se ha podido detonar, pero ya está al cien por ciento listo, con muchos talleres de acuerdo con las necesidades y vivencia diaria de los pobladores, desde aquí queremos replantear otro modo de existencia y de convivencia”, destacó Rivera.

Lo que no dijo la alcaldesa ante el panel virtual donde presumió la obra, es que previo a su “conclusión” en marzo de 2020, tres veces ya había sido postergada su inauguración: noviembre de 2019, así como enero y marzo de 2020 —esta última por la crisis sanitaria— y aunque el Ayuntamiento lo ha negado: el Parque Biblioteca tiene la percepción de ser un “elefante blanco”.

La obra de mayor inversión en 2019 fue justamente este parque, el cual en un inicio se planteó por el titular de Infraestructura, Israel Román Romano, como un proyecto con un costo de 6 millones de pesos y al final, el proyecto a precio alzado —sin proyecto ejecutivo inicial— requirió una inversión de 27.2 millones de pesos, sin contar el costo del equipamiento de sus espacios.

El monto a designar incrementó casi cinco veces la cantidad inicial y del tiempo de entrega de las obras, ni hablar. Era marzo de 2020 y el lugar aún presentaba detalles. Lo anterior, a pesar de que según el contrato que firmó el Ayuntamiento con la empresa Constructora Kraizen, sería el 19 de noviembre de 2019 cuando las obras estarían concluidas.

Los argumentos de las suspensiones de las inauguraciones: una “ocupada” agenda de la alcaldesa Rivera, retrasos y una pandemia que parece le cayó “como anillo al dedo” al irregular proceso de construcción.

Peor aún, una vez “concluido”, sus rejas se utilizaron para presumir “logros” del Segundo Informe de Labores de la administración municipal: “Más servicios por ti”, decía una de las leyendas.

En contraste y sin atención se mantiene el asfalto de la calle Carril de la Rosa, en la Unidad Habitacional Villaverde, a escasos metros del “emblemático” Parque Biblioteca.

En los alrededores de lo que sería una obra de alto impacto social, aflora también una preocupante descomposición social y actividades como el narcomenudeo e incidencia delictiva, refirieron vecinos.

Se acerca el cierre del riverismo en Puebla y esta administración municipal terminará con un Parque Biblioteca concluido, pero sin un cese de la pandemia, lo que abundará en el sitio será lo mismo: una obra paralizada, sin fecha de inauguración real, desconocimiento de la gente sobre sus objetivos, alcances y beneficios, así como un histórico problema de baches.