Carta aclaratoria

Señor Mario Alberto Mejía, leí con asombro la noticia principal que hoy publica el diario ContraRéplica que usted dirige. Y mi fotografía a ocho columnas. Le voy a explicar. Me asombra que se me involucre en un conflicto policial del que desconozco las razones fundamentales que lo motivaron, sus causas y los reclamos de los elementos policiacos, aunque debo decirle que toda demanda laboral de cualquier rama productiva o de servicios, merece respeto y atención.

Como jefe de familia me ocupa de tiempo completo, mi trabajo, no sólo en Puebla, sino en otros estados de la república, porque yo, como todos los mexicanos me esfuerzo y lucho día con día por salir adelante.

Ignoro de dónde sacó la información que me señala o quiénes son sus fuentes con las que alimentó la noticia de los policías estatales, ni me importa saberlo, pero con toda honestidad y franqueza, como hombre cabal que soy, es mi obligación decirle que le mintieron cuando le mencionaron mi nombre.

Lamento el trago amargo que sufren los policías estatales; como poblano y como mexicano, entiendo que hoy por hoy tendríamos que dirigir todos los esfuerzos sociales e institucionales a enfrentar la emergencia sanitaria del Covid-19 y no perder tiempo valioso en conflictos, como ese, que posiblemente se hubieran solucionado desde tiempo atrás con la receta elemental: DIÁLOGO.

Por eso mismo, ruego a quienes tengan que solucionarlo, e incluso a los inconformes, que lo solucionen por bien de la gente.

Le dejo un saludo señor Mario Alberto. Usted no tiene la culpa de haber publicado mi imagen y nombre a ocho columnas, la culpa es de quién o quiénes dolosamente se lo proporcionaron. A ellos y a usted un abrazo.

Atentamente

Mtro. Miguel Jiménez Castillo