La Fiscalía española archivó dos de las denuncias presentadas contra Juan Carlos Monedero, exfundador del partido Podemos y académico de la Universidad Complutense de Madrid, al concluir que los hechos investigados no constituyen delito. Las querellas, una en Galicia y otra en Madrid, señalaban al también asesor político por supuestas conductas de abuso y agresión sexual, aunque las autoridades determinaron que los actos denunciados no alcanzan la gravedad requerida para tipificarse como delitos penales.
Según el dictamen emitido por la Fiscalía de Madrid, los comportamientos atribuidos a Monedero durante el curso académico 2021-2022 no configuran un delito contra la integridad moral. No obstante, sí fueron calificados como "impropios", "inadecuados" y "moralmente reprochables", especialmente considerando su posición de docente y la expectativa ética inherente a su rol.
El caso tomó notoriedad a inicios de 2024 cuando surgieron múltiples acusaciones contra Monedero en el marco de un segundo escándalo por violencia de género en sectores de la izquierda española, solo meses después de denuncias similares dirigidas a Íñigo Errejón, también exfundador de Podemos. En su momento, Monedero negó categóricamente todas las imputaciones, calificándolas como parte de una campaña de desprestigio.
La Universidad Complutense, por su parte, abrió un expediente disciplinario interno para evaluar la conducta del profesor. Si bien no se detectó responsabilidad penal, el informe entregado a la fiscalía reflejaba una serie de expresiones y actitudes impropias hacia algunas alumnas, lo cual dio pie a un análisis ético y académico más que jurídico.
En su resolución, la fiscalía enfatizó que no toda conducta inadecuada implica automáticamente una violación legal. Para que una acción se considere delito contra la integridad moral, debe tener un alto grado de reiteración y producir en la víctima sentimientos de humillación, angustia o temor, lo cual no fue acreditado en este caso. La decisión se fundamentó en la escasa entidad de los hechos, el contexto educativo y el tiempo transcurrido.
Hasta el momento, Monedero no enfrenta otras acusaciones judiciales activas, y el proceso disciplinario universitario se mantiene sin resolución definitiva. El caso ha reavivado el debate en España sobre los límites entre lo éticamente inaceptable y lo jurídicamente punible, así como la responsabilidad de las instituciones académicas ante este tipo de denuncias.
Foto por AFP