Altas temperaturas afectan el coche

El no cuidar nuestro coche llevándolo a revisión periódicamente y su antigüedad, son dos factores que pueden influir directamente en mermar su vida útil, pero si a la receta le agregamos el calor extremo que hemos experimentado recientemente en nuestro país, aquello se puede convertir en una tragedia para nuestro auto.

Por ello es importante tomar conciencia de las posibles fallas que puede experimentar nuestro coche y que se recrudecen cuando las altas temperaturas en el ambiente se hacen presentes, así que toma nota, pues a continuación te mostramos un listado de algunos de los problemas más frecuentes que pueden afectar a los vehículos derivado de las altas temperaturas.

Sobrecalentamientos. Considera que un filtro tapado, una fuga del líquido refrigerante, una falla en el termostato, son algunas de las muchas causas por las que el sistema de refrigeración del vehículo no es capaz de disipar el calor y provocar que la aguja de la temperatura suba hasta la zona roja y peligrosa del indicador.

El funcionamiento del sistema de refrigeración del coche es sencillo. Cuando ponemos en marcha el propulsor, de inmediato se activa la bomba de agua, la cual se encarga de succionar el líquido refrigerante de la parte baja del radiador y lo impulsa al interior del bloque por medio de los ductos distribuidos entre las cámaras de combustión y las camisas de los pistones.

Una vez que ha realizado este recorrido, el líquido refrigerante sale por la parte alta de la cabeza a una temperatura de entre 80 o 90 grados y regresa al radiador por la parte superior en donde, por la acción del flujo de aire que ingresa por la parrilla o tomas de aire, reduce su temperatura hasta 8 o 10 grados centígrados.

En el caso de que estemos atorados en un embotellamiento, en el que no hay flujo de aire porque no nos estamos desplazando, el ventilador se encargará de soplar directamente sobre el radiador para enfriarlo, por medio de una señal que envía el termostato cuando la temperatura comienza a incrementarse en el motor y supera los 90 grados centígrados. De modo que si alguno de los procesos anteriores falla, la temperatura no disminuirá y eso pondría en riesgo al motor.

Radiador. Este componente está ligado directamente con el punto anterior y por sí sólo es de suma importancia, pues es el encargado de disipar y hacer la transferencia de calor entre el líquido refrigerante y el aire del ambiente conforme se desplaza a través de sus ventilaciones cuando el coche está en movimiento o cuando el ventilador entra en acción.

De ahí que un radiador viejo, golpeado o en mal estado podría presentar fugas de líquido refrigerante, así como las mangueras que conectan al motor con el radiador, las cuales se agrietan con el uso y el paso del tiempo.

Acumulador. Las baterías también padecen de las altas temperaturas, pues el electrolito en el que se encuentran sumergidas las celdas para que reacciones químicamente, se evapora con mayor facilidad. Recordemos que la batería es fundamental para que el auto funcione.

Su misión es almacenar la energía eléctrica que produce el generador para alimentar otros componentes como el motor de arranque, que pone en marcha el propulsor de combustión interna del auto, luces, sistema de infoentretenimiento, prácticamente todo está ligado al acumulador.

Pero como sucede con otras piezas del auto, la batería también es un componente con una vida útil, la cual tarde o temprano debemos reemplazar, pues con el uso pierde su capacidad de almacenamiento de carga hasta que ya no puede retener ni un volt, algo que se agrava con el calor intenso.

Frenos. Tanto los discos como los tambores que integran este sistema pueden llegar a deformarse por el calor de la fricción y de la temperatura exterior, afectando su eficiencia del proceso de frenado. La misión del sistema de frenos, cada vez que pisamos el pedal, es la de disminuir la velocidad del auto o detenerlo por completo; una gran responsabilidad, si lo pensamos con detenimiento, que lo convierte en uno de los sistemas más importantes de un vehículo y que requiere de mayor atención en su mantenimiento.

Cuando la temperatura excede los parámetros normales de funcionamiento porque estamos abusando del uso de los frenos, entonces las balatas se cristalizan. Esto significa que la resina de algunos materiales que integran el compuesto de la balata (cerámicos, cobre, grafito, entro otros) se conviertan en líquido y salgan a la superficie a consecuencia de las altas temperaturas, formando una capa brillante y ultradura que evita que el rozamiento entre esta pieza y el disco o tambor sea deficiente, a tal grado que la capacidad de frenado se pierda momentáneamente en su totalidad.

Neumáticos. Del mismo modo que sucede con el frío, las altas temperaturas pueden afectar el desempeño de las llantas. Firestone señala que si la presión es inadecuada, la banda de rodamiento, al tener más contacto con el suelo, se calentará antes y como consecuencia se desgastará más rápido, disminuyendo su vida útil hasta en un 15 por ciento. Además el consumo de combustible se verá afectado hasta en un 10 por ciento más de lo normal, ya que el esfuerzo para rodar será mayor.

Alternador. El uso excesivo del aire acondicionado y el sistema de refrigeración del motor durante los días más caluroso provocan un sobreesfuerzo a esta pieza, de modo que si está algo deteriorado, aumentan las posibilidades de que algo falle.

Recordemos que la electricidad es necesaria para que muchos de los componentes que integran un auto funcionen correctamente, por ejemplo, el motor de arranque, la iluminación interior y exterior, el aire acondicionado, infoentretenimiento, panel de instrumentos, y demás partes eléctricas, la cual es suministrada por la energía almacenada en la batería.

Sin embargo, conforme dicha energía se va consumiendo, debe ser recargada, y es aquí donde entra en acción el alternador, una pieza que se encarga de transformar la energía mecánica en energía eléctrica, proporcionando un suministro constante mientras el auto está encendido.

Para ello, este dispositivo genera en su interior una corriente alterna mediante un proceso de inducción electromagnética gracias al movimiento giratorio que se transmite por medio de la correa o banda auxiliar o la de accesorios. Sin embargo, su funcionamiento se puede afectar por algún daño interno debido al uso cotidiano, el cual se mide por kilometraje recorrido del coche o por número de horas de funcionamiento.