Xavi e Iniesta

Tiki taka, Tiki Taka

En la agencia solemos tener muchas analogías y una de las más recurrentes es la del tema del futbol. En ella decimos que nos imaginemos que somos el Barça y que vamos a jugar en la Champions.

Entrenamos, nos preparamos, definimos el cuadro base, definimos la táctica y la estrategia, como diría Benedetti, y salimos al terreno de juego.

Ojo, pongo al Barcelona de ejemplo porque es un equipo que tuve la fortuna de ver en el Camp Nou muchas veces (en siguientes colaboraciones te prometo contarte los 10 años maravillosos que me pasé allá viviendo).

Bueno, en fin, no te agüites si eres Merengue que la analogía sirve igual.

Seguro recuerdas la madrina que le acaban de acomodar a los culés (es decir, bien ídem la goliza) de ocho a dos frente al Bayern.

¡Y ahí salió a relucir una teoría que me encanta!: realmente, el secreto del maravilloso Barcelona de la década no era Messi y 10 más… eran ¡Xavi e Iniesta y nueve más!

Justo ayer que tuvimos una junta estratégica en la agencia me di cuenta que estaban conmigo MI Xavi y MI Iniesta que, valga la analogía, no son ni los más guapos ni los más famosos ni los más cool ni trendys, pero son los más fregones. De hecho, esos dos cracks del Barcelona eran no muy altos ni muy galanes ni muy famosos (tenían un perfil bajo y eran gente del “barrio”), pero listos como el hambre, sensibles e inteligentes, intuitivos y trabajadores. Se terminó su ciclo personal en el equipo y el equipo muy lentamente, casi imperceptiblemente fue perdiendo la magia y estos cuartos de final terminaron de darle la estocada al descubrir el truco, al desnudar las carencias y darnos cuenta que el éxito de este equipo no era Messi sino esos dos jugadorazos que ya no están.

Así que, querido lector, te propongo ese mismo ejercicio: Respóndeme si en tu empresa tienes al que se cree Messi o tienes a tus “pequeños” Xavi e Iniesta, es más: ¿TU crees ser Messi o, por el contrario, tienes el perfil de Iniesta o la inteligencia y calidad de Xavi?

La obligación de nosotros como empresarios es fomentar —y conservar— dentro del equipo este tipo de perfiles estratégicos: trabajadores, valorarlos y, desde la cantera (capacitación), darles las herramientas para que sigan creciendo dentro de la organización y que, por el contrario de un jugador profesional, la vida útil —si me permiten la expresión— es mucho mayor que la de un futbolista.

Te deseo que en esta nueva normalidad entiendas la importancia de tener un equipo bien armando, sólido y que pueda levantar copas y campeonatos cada vez que entran a un terreno de juego.