Tiraditos

PERDEDORES ELECTORALES

•La nueva correlación de fuerzas al interior del Congreso del estado que dejó la elección intermedia permite varias lecturas. De entrada, Morena amplió su influencia legislativa, pero sobre todo se mostró el poder del gobernador Miguel Barbosa Huerta. El gran perdedor fue el PRD que se despidió de todos sus espacios. Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y Encuentro Solidario redujeron drásticamente su bancada y en el caso del último hasta perdió su registro como partido, es decir, la supuesta fuerza política de Fernando Manzanilla Prieto quedó en eso: una suposición que demuestra su verdadero poder electoral. El que resultó una revelación fue Pacto Social de Integración que comprobó que sus mejores días no fueron con el morenovallismo sino con el actual régimen. Con Moreno Valle, Antonio Gali o Martha Erika Alonso no lograron un solo escaño e incluso tuvieron que inscribir a la hija del líder estatal, Carlos Navarro, al PAN para que pudiera acceder al Senado de la República.

CORAZONCITO FOXISTA

•La declaración de Catalina Pérez Osorio, nueva secretaria de Gobernación municipal, en el sentido de que heredarán el problema de los vendedores ambulantes a la siguiente administración porque el panismo prometió en campaña resolverlo -e incluso vigilarán que cumplan lo que este gobierno municipal no pudo- se ganó un lugar dentro de las perlas de la política nacional. ¿A qué nivel se pueden comparar las palabras de la funcionaria? Sin duda, al “ya bajamos la cortina” que pronunció Vicente Fox Quesada, en septiembre de 2006, justo cuando estaba por dejar la presidencia de la República y los gobernadores le demandaban inversiones para proyectos pendientes. La frase fue la burla nacional, pero también sirvió para el análisis sobre la falta de oficio político y estatura de estadista del mandatario. (¡Qué casualidad! Catalina y Fox se ufanan de ser parte de una transición política). Pero también se equipara al “sí robe, pero poquito”, de Hilario Ramírez, exalcalde de San Blas, en Nayarit y es aquí donde surge la pregunta: ¿Estamos ante un caso de ingenuidad o de cinismo?

NO ENTENDIÓ NADA

•Los movimientos anunciados por Claudia Rivera Vivanco a su regreso al Ayuntamiento de Puebla confirman una cosa: No entendió nada. ¿Cómo es posible que ascienda como secretario de Administración a Enrique Gómez Haro pese a ser uno de los principales funcionarios investigados en la trama del Cártel Administrativo que opera al interior de la Comuna y que es encabezado por Andrés García Viveros, una de las lacras que abonaron a la derrota del pasado 6 de junio? ¿Cómo es posible que pueda nombrar como secretaria de Igualdad Sustantiva a Norma Pimentel, quien fue la encargada de fomentar la fallida narrativa de la inexistente violencia política de género contra la candidata de Morena-PT y nunca fijó una postura de condena a la denuncia por acoso y hostigamiento sexual cometido por García Viveros y el chantaje en que incurrió Rivera Vivanco para desactivar el escándalo? Estos movimientos confirman una realidad: A Claudia Rivera se le critica como una autoridad que solapa la corrupción en su gobierno y por su falso feminismo, no por su condición de mujer.