Tiraditos

NO LES QUEDA OTRO

•Luis Espinosa Rueda funge como presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) Puebla. Aunque en otras ocasiones ha ocupado ese y otros cargos, su personalidad es muy gris, pero tiene una cosa que lo salva: es muy amigo del grupo de personas que controlan las cámaras empresariales de Puebla. Ese grupo se encuentra actualmente en desgracia y peleado con el gobierno de estado, por lo que su capacidad de interlocución se vio mermada ampliamente. Los desencuentros entre Miguel Barbosa Huerta y los integrantes de las cámaras empresariales se remonta a cuando era candidato. En 2018, el Consejo Coordinador Empresarial se la jugó abiertamente con Martha Erika Alonso y la vida les deparaba una trágica sorpresa. En 2019, volvieron a apostar mal al tirarse a los brazos de Enrique Cárdenas Sánchez. Los meses pasaron, el gobernador intentó un acercamiento pero se topó con la sorpresa que el grupo aglutinado en el CCE pretendía darle línea de cómo manejar la economía y las finanzas, lo que se tradujo en un nuevo desencuentro. Luego vino la pandemia y el inquilino de Casa Aguayo reprochó la falta de apoyo de la iniciativa privada. Pero la gota que derramó el vaso fue el conflicto jurídico que vive la Universidad de las Américas Puebla, a raíz del desfalco de 720 millones de dólares. Ahí todo explotó y arreció las diferencias. Todos los integrantes del CCE comenzaron a desmarcarse, pero no podían dejar sola a la familia Jenkins de Landa, con quien durante muchos años hicieron negocios lucrativos. Ante su descrédito y nula capacidad de interlocución, la IP decidió ungir a Luis Espinosa como su cara ante la Udlap, por eso que anda firma y firma desplegados, convenios y cuanto más necesite la familia Jenkins para avalarlos socialmente y hacer creer que ya ganaron. Lo real es que a esta disputa le faltan muchísimos procesos jurídicos. A ver hasta cuánto les aguanta el dirigente de la Canacintra y su gris personalidad.

SANCIONES EN EL IEE

•En el pasado proceso electoral, el Instituto Electoral del Estado jugó un penoso papel que puso en riesgo la certeza de los comicios. Si el asunto no pasó a mayores es porque a los partidos políticos no les convenía retrasar el inicio de las campañas, pero de haber tenido tiempo la elección hubiera sido atraída por el Instituto Nacional Electoral. En este proceso se vio casi de todo: instalaciones tomadas, problemas de registro, poca capacidad para negociar la liberación de instalaciones; el apoyo a Morena, errores en la impresión de la papelería electoral –que en el caso de San Martín Texmelucan dio paso a la judicialización del proceso- y hasta sospechosos recuentos. Muerto el niño, ahora pretende tapar el pozo y el consejo general centrará sus baterías en el área de prerrogativas y partidos políticos, en donde se realizó la conformación de los registros de candidaturas. Si bien no existe certeza que esos errores influyeron en los resultados si se violaron varios principios que debían ser cuidados por los consejeros.

DECISIÓN CORRECTA

•Una buena noticia: El Congreso de Puebla aprobó la donación de 3.5 hectáreas en el municipio de Amozoc para la construcción de un nuevo hospital del IMSS que deberá ser el más grande por número de camas censables. La minuta de decreto enviado por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta fue aprobada por unanimidad y ahora le toca al organismo federal cumplir con su parte: invertir 2 mil 100 millones de pesos en la edificación que se tiene estimado beneficie a más de 360 mil habitantes. El nosocomio no sustituye al de San Alejandro que quedó inservible tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 sino que es una infraestructura nueva.