Tiraditos

QUIROZ Y EL CHANTAJE

•¿Sabía usted que el regidor Sergio Quiroz Corona anda desatado y ya no sabe ni qué hacer con tal de que alguien le salve el pellejo? La razón es que se encuentra metido hasta el fondo de las transas e irregularidades, a través de factureras, cuando fungió como tesorero municipal en San Andrés Cholula y que derivaron en carpetas de investigación que tiene a uno de los involucrados en la cárcel. El sujeto, en su desesperación, pasó de la presión política filtrando a medio mundo información inexacta, incompleta o tergiversada como un acto de intentar forzar a una negociación para que lo libren de la cárcel, a prácticamente comenzar un plan de acoso en contra funcionarios y gente cercana a la alcaldesa Karina Pérez Popoca.

¿Sabrá Sergio Quiroz que cometió un grave error al meterse con la persona equivocada este pasado fin de semana? ¿Sabrá el regidor que sus torpezas lo tienen en un punto sin retorno que todo indica que la cárcel es su próxima parada? ¿Sabrá el regidor que existe un amplio, amplísimo expediente suyo en el que se desmenuza punto por punto cada uno de sus pasos, los montos, empresas y pillerías cometidas? ¿Sabrá el regidor que expediente está a punto de enviarse a quien corresponde para que procedan en consecuencia? ¿Sabrá Sergio Quiroz que sus finanzas están en la mira? Y eso sólo es una parte. Por eso es que anda paranoico. Cualquiera lo estaría con ese oscuro historial.

RIESTRA PACTA CON ROSAS ARMIJO

•El diputado federal del PAN Mario Riestra Piña tomó una de las decisiones más torpes en su carrera política: aliarse con Jorge David Rosas Armijo, la cabeza los cárteles Administrativo en el Ayuntamiento de Puebla e Inmobiliario en Ciudad Modelo. La amistad de ambos data del morenogalismo cuando eran los consentidos del régimen. Hace unos días, le platicamos que Riestra Piña sentó en su mesa principal a Rosas Armijo durante la visita de Marko Cortés Mendoza -justo cuando el exfuncionario se encontraba en el ojo de huracán al conocerse que tenía el control de la entrega recepción y la nueva estructura de gobierno que arribará el 15 de octubre a San Pedro Cholula-. Este respaldo, se extendió a Paola Angón Silva, quien apareció en la reunión del dirigente nacional con licencia. Riestra Piña utilizó su relación para sacar provecho para él mismo –como está acostumbrado-: primero sembró la idea que lo publicado en esta casa editorial tenía como fuente al Comité Directivo Estatal del PAN (así como lo lee). La especie resultó efectiva porque Riestra le dio una justificación perfecta a Armijo para engañar a la alcaldesa electa. Con la confianza ganada, el legislador le propuso a Rosas Armijo un movimiento que lo ayudaría calmar las aguas: designar al panista Jorge Gómez Carranco como tesorero municipal. Con ese movimiento se mandaba un mensaje de inclusión a quienes participaron en la campaña y así despresurizar la presión que existe entre los liderazgos locales que Rosas Armijo hizo a un lado y hasta maltrató. El movimiento no es circunstancial. Previamente, Jorge Gómez había tenido un muy duro encuentro con el líder de los cárteles. Tan mal terminó el asunto que el cholulteca salió de la oficina encolerizado. Pero, ahora, las cosas son distintas. Gómez es incondicional de Riestra, pero a su favor tiene que se fajó en toda la campaña y hasta puso de su bolsa para pagar una parte de estructura. Hasta ahí todo bien. El problema es que ese movimiento está siendo utilizado por el diputado federal para tener una caja chica que le financie su camino para la presidencia municipal de Puebla. Como ya se dio cuenta que en la capital poblana no le abrirán la puerta, entonces, anda buscando salvavidas que lo ayuden a tener efectivo para financiar su campaña. No dude usted que en los próximos días haya más movimientos de esta naturaleza. Rosas Armijo tiene temor que todo se caiga y no pueda meter a su equipo enquistado en el gobierno de Claudia Rivera Vivanco. Así, la estrategia es colocar a liderazgos locales a la cabeza con lo que cubren la formalidad política, pero debajo estarán infestado de los esbirros de Rosas Armijo y, ahora se ve, de Mario Riestra. ¡Qué Pancho Cachondo los redima!