Tiraditos

Puebla miércoles 28 de octubre de 2020 - 00:20

ENTRAR AL QUITE

•El gobernador Miguel Barbosa Huerta es el único mandatario que acompaña al presidente Andrés Manuel López Obrador en su confrontación con la Alianza Federalista, integrada por 10 mandatarios estatales. Lo sorprendente no es que el poblano se suba al ring de la política nacional sino porque ha sido el único. Mientras los funcionarios del gabinete federal y otros gobernadores permanecen como momias, el jefe del Ejecutivo poblano ha llevado la argumentación al seno de la Conferencia Nacional de Gobernadores y a la opinión pública. Para los despistados esta actitud sería una muestra por ganar el favor presidencial, pero para los que saben se trata de un acto de mucho oficio político, de sumar fuerzas y demostrar en los hechos la lealtad, a pesar de las diferencias naturales que puede existir entre gobiernos. Eso sí es la 4T.

UNA MEDIDA NECESARIA

•Un auténtico revuelo provocó el memorándum que giró el Consejo de la Judicatura Federal para que los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación integren a una base de datos a todos sus familiares, pero también a sus parejas “sexoafectivas”.

Lo que ocurre a nivel nacional es un reflejo del ámbito local. El modus operandi en el Poder Judicial es muy sencillo: entre magistrados, jueces y secretarios se ponen de acuerdo para acomodar en las diferentes salas y tribunales a parientes, amigos y hasta amantes. Esta práctica evita el delito de nepotismo, ya que el familiar no depende directamente del togado, sino que la decisión recae en otro servidor público sin ningún lazo de parentesco.

Sólo basta una revisión sencilla en la nómina del Tribunal Superior de Justicia para comprobar los más descarados casos de nepotismo que, ademas, se han convertido en cotos de poder de los administradores de justicia. A eso, por cierto, súmele que entre ellos se ponen de acuerdo para intercambiar procesos y apelaciones para que salgan a beneficio de quien lo pide. Toda una mafia que esperemos sea desmontada con la reforma a dicho poder.

DE PENA AJENA

•René Sánchez Galindo es uno de los funcionarios que más influye en la presidenta Claudia Rivera Vivanco. Su lengua viperina ha llevado a la Comuna a un desgaste innecesario, torpezas políticas y a ahondar las diferencias entre el Ayuntamiento y el barbosismo. Si las acciones del funcionario fueran un ejemplo en favor de la ciudadanía, entonces, estaríamos frente a otro tipo de autoridades, pero la realidad se ha encargado de exhibir la incapacidad del secretario de Gobernación municipal: El Centro Histórico plagado de ambulantes, venta de celulares robados en vía pública, una insultante prostitución, la repartición de calles en favor de un par de organizaciones de expendedores callejeros; la tensa relación entre alcaldes auxiliares y el Ayuntamiento.

¿Por qué no se ha combatido todo eso? La respuesta es sencilla: es una mezcla de incapacidad y, hasta mientras no demuestren lo contrario, corrupción.