Tiraditos

SE ACABÓ LA GUERRA

•La reunión y posterior difusión de la imagen de la dirigente estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, y el virtual alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, inauguró la nueva etapa de equilibrios al interior del panismo poblano. Atrás quedaron los meses de disputas, confrontaciones. Aunque hay lenguas viperinas que pretenden mantener la viva la confrontación por pura conveniencia personal, en el blanquiazul queda claro que es tiempo de hacer política y dejar atrás el inútil ejercicio de colgarse medallas por las victorias obtenidas. Eduardo Rivera trae a cuestas un triunfo electoral contundente que reconfigura y potencia su liderazgo en el panismo, además de colocarlo a la mitad del camino a Casa Puebla. Genoveva Huerta tiene, a su vez, el corredor azul de la zona conurbada e importantes triunfos en el interior, además de que la bancada en el Congreso local será determinante para impulsar la mayoría calificada. A eso hay que sumar que hasta noviembre seguirá con el control del Comité Directivo Estatal, el Consejo Estatal y la Comisión Permanente. La reunión de ayer es una muestra de la civilidad política y abre la puerta a más acuerdos y consensos. La renovación de la dirigencia estatal es otro cantar, ahorita lo importante es sentar las bases para la unidad y cohesión del PAN. La guerra de tribus de la que viene saliendo sólo dejó una lección: si divididos pueden ganar, ahora imagínense cohesionados.

EL CASO TEXMELUCAN

•Quedó confirmado que Edgar Salomón Escorza es su principal enemigo, a ligar su tercera derrota consecutiva en las urnas. Tras un grave problema por errores en la impresión de las actas de cómputo que dejaron fuera a Morena y sólo incluía la coalición Morena-PT, al final el recuento de los sufragios dio una ventaja de mil votos a Norma Layón Aarún, quien se sumó al selecto club de presidentes municipales reelectos. Sin duda, la alcaldesa hizo su tarea y aunque comenzó en desventaja frente a su oponente panista (antes fue priista, morenovallista y otros más) poco a poco remontó y a una semana de la contienda había un empate técnico con tendencia a favor de Morena. A mitad de la contienda, Edgar Salomón se tiró a la hamaca, la soberbia lo invadió y proclamó su triunfo anticipado. El resultado, sin embargo, terminó siendo adverso. Es muy seguro que impugne la elección, los panistas ya comenzaron a denunciar fraude pero tendrán que enfocar sus baterías a la torpeza del Instituto Electoral del Estado que metió un ruido innecesario tras la pifia en la impresión de las boletas. El Programa de Resultados Preliminares Electorales nunca funcionó, eso orilló a que el candidato de Movimiento Ciudadano se proclamara ganador, lo cual fue una aberración porque sabía el problema de fondo: no se habían contabilizado los votos de Morena por separado.

LOMITOS AL ACECHO

•Parece una banalidad, pero no lo es. Tras el socavón que se generó en Juan C. Bonilla y la afectación a pobladores, surgió una corriente muy fuerte de ciudadanos comunes y corrientes y asociaciones protectoras de animales para exigir el rescate de varios perros que cayeron al foso. La demanda ha crecido de tal manera que ha habido una movilización en calles y redes sociales para que se rescate a los perritos. Parece una banalidad, pero no lo es. Estamos frente a una forma de exigencia social que ha tenido un crecimiento exponencial que obligó a todos los candidatos a comprometerse a firmar a favor de una agenda animalista.