Por: Loretana Guerrero Blarassin*
A pesar de que existen miles de opciones digitales y físicas para la compra-venta de productos de lujo, las empresas del sector se reinventan para competir en un escenario más volátil y masivo, donde triunfan los más ingeniosos y quienes se centran en la experiencia del cliente.
En la época de transición que estamos experimentando, nada será cómo antes. Mucho menos la experiencia de compra. Tras vivir varios años en el extranjero, identifiqué una necesidad: la imposibilidad de ciertas personas para encontrar específicos artículos de moda y la falta de tiempo para ir de shopping.
Actualmente, incluso en ciudades como Miami, Nueva York o Los Ángeles, resulta complicado encontrar ciertos artículos en tiendas especializadas. Hemos llegado a tal punto que determinados productos de alta gama solo se encuentran a través de contactos en las tiendas.
Frente a los problemas de distribución en la red tradicional han aparecido plataformas especializadas en la personalización y atención exclusiva, para atender las necesidades de los clientes. La tecnología, el expertise y la visión se unen para encontrar nuevos nichos de negocios, incluso en el saturado mundo de las ventas por internet.
El comercio minorista de lujo podría alcanzar los 300 mil millones de dólares en 2024 por la gran demanda en Europa y Estados Unidos. Según Orienteed, los sectores más importantes para la industria del lujo en 2024 serán Estados Unidos, China y Japón.
Según las previsiones de la consultora McKinsey, en 2025 cerca del 20% de las ventas de artículos de lujo se harán a través del canal digital.
La clave será la personalización del servicio, con herramientas digitales, pero también con un componente humano capaz de asesorar o dar seguimiento a las necesidades del cliente, con total confidencialidad.
La oferta de artículos de temporada, ya fuera del mercado, o de colecciones pasadas, pero que siguen siendo codiciados y anhelados por los amantes del lujo y la alta costura, será un punto a tener en cuenta en el sector.
La pandemia revolucionó los canales de venta de todo el comercio, incluyendo al de productos de lujo. Los gigantes digitales consolidaron sus posiciones y otras redes alternativas personalizadas se subieron también al podio. Ahora toca entender el nuevo momento y aprovechar las oportunidades para satisfacer la demanda, crear empleo en nuestras ciudades, desarrollar modelos sostenibles de distribución y facilitar el acceso a productos de alta calidad.
* Loretana Guerrero Blarassin es fundadora y CEO de We Shop U Miami Corp. https://www.instagram.com/weshopu/?hl=en