Qué precio estaríamos dispuestos a pagar para que regresara la F1

O los alemanes saben algo que nosotros no, o definitivamente no estamos entendiendo bien cómo funciona esta pandemia. Cuando allá todos estaban en cuarentena, a nosotros nos decían que saliéramos, que no había problema, y ahora que aquí por fin nos dicen que nos guardemos a piedra y lodo, porque la capacidad hospitalaria puede estar en riesgo, los alemanes han decidido correr la carrera del 11 de octubre con hasta 20 mil espectadores.

De acuerdo con las autoridades sanitarias del municipio de Ahrweiler, donde se encuentra la mítica pista alemana, la razón por la que se pueden dar estos lujos pese a la pandemia tiene que ver con un robusto plan sanitario presentado por la administradora del circuito.

Y la gran pregunta es, ¿qué tiene ese mágico, plan que evitará que a los alemanes les explote un mundo de contagios en medio de este evento?

Primero. Para poder ir tienes que aceptar que se ha disminuido a su mínima expresión el contacto entre los espectadores, la gestión de los flujos de personas y se han implementado medidas especiales para meter poca gente en grandes espacios. Es decir, no habrá ni porras, ni olas, ni zonas para acampar ni pastizales llenos de espectadores.

Segundo. Se ha prohibido la venta y consumo de alcohol en el recinto, es decir no habrá torres de vasos de cerveza, ni shots de por cada vuelta rápida de tu piloto favorito, mucho menos Weißbier para despedir a Vettel de Ferrari.

Tercero. Las entradas se venderán solamente a través de Internet, serán personalizadas y los habitantes de zonas consideradas de riesgo no podrán adquirirlas, además incluirán el asiento en el que estará sentado cada espectador, de tal forma que, en caso de haberlos, se puedan rastrear los contactos posteriormente de ser necesario.

Según los organizadores del Gran Premio de Eifel, una carrera que no estaba prevista para este año, pero que al cancelarse los Grandes Premios de América, el de México incluido, ellos sí lograrán lo que aquí no pudimos, venderán las entradas por bloques y con previa autorización municipal, de tal forma que puedan limitar aún más el número de plazas disponibles dependiendo de la evolución de la pandemia en esta región los próximos días.

Definitivamente una carrera así estoy seguro que no le interesaría, prácticamente a ningún mexicano, sin fiesta, sin alcohol, sin mariachis y todo lo que ha hecho de nuestra carrera la hecha la mejor del año.

Tuvo que venir una pandemia que nos obligó a alejarnos físicamente de todos para que el Nürburgring regresara al calendario de Fórmula 1, después de siete años de ausencia, pagando un precio muy algo que, entiendo, ni en México ni en muchas pistas el mundo estarían dispuestos a cubrir.