Peligran por Covid, 2.2 millones de jornaleros y sus familias 

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Los 2.2 millones de jornaleros agrícolas del país, que junto con sus familias viajan de estados del sur para trabajar en el norte, sumando 5.9 millones de personas, son un sector “altamente vulnerable” al contagio del Covid-19 por el tipo de transporte que utilizan, la ausencia de servicios de salud en los campos donde laboran y las condiciones de hacinamiento donde viven.

Así lo destaca el Colegio de la Frontera Norte (Colef) en la investigación Poblaciones Vulnerables ante el Covid. Los Jornaleros Agrícolas Migrantes, donde se expone que la población de trabajadores se ha expandido ante la creciente demanda del mercado de frutas y hortalizas en Estados Unidos.

El 80 por ciento de estos jornaleros se concentran en los estados de Baja California, Sonora, Sinaloa y Baja California Sur.

“Las condiciones salariales y laborales hacen de esta una de las poblaciones más vulnerables en términos económicos y sociales, con grandes rezagos en el acceso al sistema de salud”, exponen los investigadores Laura Velasco, Marie Laure Coubès, Oscar Contreras, Camilo Contreras e Hilda García.

De acuerdo con el Inegi, en 2015 había 2.2 millones de jornaleros agrícolas en México. Entre 30 y 40 por ciento de esta población está constituida por migrantes que viajan en familia, por lo que se calcula que juntos suman 5.9 millones de personas, de acuerdo a la Secretaría de Gobernación y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

“En el contexto de la pandemia del Covid-19, asociado a la configuración del sistema nacional de Salud Pública, los jornaleros agrícolas constituyen una población altamente vulnerable por dos fuentes de riesgo provenientes del modelo de producción agroexportador: las formas de traslado desde sus lugares de residencia y las formas de vivienda en campamento, ambas caracterizadas por el hacinamiento”.

Al respecto, el académico e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle, Felipe Gaytán, dijo a ContraRéplica que los jornaleros agrícolas que viajan de estados del sur hacia el norte de México “son una de las poblaciones de mayor riesgo a contagiarse con coronavirus, primero porque carecen de cualquier tipo de acceso a los sistemas de salud, viajan en condiciones muy difíciles y viven en condiciones de hacinamiento, a veces sin agua potable, ni drenaje”.

“El riesgo no solo es para estos millones de trabajadores, sino también para sus familias que pueden contagiarse y en caso de que algunos fallezcan por contagio del Covid-19, seguramente no entrarán a las estadísticas nacionales, porque no están inscritos en ninguna institución como el IMSS, el ISSSTE o el Insabi.

“No hemos escuchado por parte del gobierno federal o de las autoridades de Salud un programa de prevención o protección de este sector que es altamente vulnerable”, indicó.

El Colegio de la Frontera Norte expone en el estudio que dada su participación en las cadenas de producción de alimentos y su condición de precariedad, que los lleva a vivir al día, los jornaleros agrícolas difícilmente podrán parar de trabajar, por lo que es urgente tomar medidas para garantizar las adecuadas condiciones de trabajo y vivienda que permitan la preservación de su salud.

Los estados receptores de jornaleros agrícolas son en el noroeste Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, donde predomina la producción de hortalizas y frutas. En el noreste son Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Durango, donde domina la producción frutícola, algodonera y cañera.

Los jornaleros agrícolas que viajan desde estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz son llevados en autobuses hacinados, con sus familias, con niños en condiciones de “vulnerabilidad desde esas entidades al norte del país, por lo que pueden verse gravemente afectada bajo la pandemia del Covid-19”.

Lo anterior sumado a que los jornaleros viven en galeras o viviendas caracterizadas por el hacinamiento. Más del 90 por ciento de la población jornalera en el Valle del Vizcaíno se queda en campamentos medianos y grandes, donde puede haber desde 150 a más de 400 viviendas, que son de un solo cuarto, que va de 15.6 a 21.3 metros cuadrados, donde habitan entre 3.4 y 4.2 personas, con 67 por ciento de la población total viviendo en condiciones de hacinamiento.