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Palabras Finales para el Senador Armenta (El Colaboracionismo me Hace Llorar)

Palabras Finales para el Senador Armenta (El Colaboracionismo me Hace Llorar)

Columnas martes 19 de enero de 2021 - 18:07

Continúo dándole respuesta puntual al senador Alejandro Armenta, pillado queriendo manejar como propio al partido Fuerza por México en Puebla.

Antes de entrar a su falso debate sobre el espionaje, mediante el cual evade el punto toral de esta trama, respondo unas líneas perturbadoras que me hacen pensar en el doctor Freud:

“Los poblanos querrán saber si se respetan nuestras libertades y garantías individuales o si regresamos al pasado más obscuro de la intimidación y el abuso del poder”.

Que yo sepa, ese pasado tuvo que ver con el de manera muy amplia.

Vea el hipócrita lector:

Ese pasado prohijó al PRI, partidazo que hizo a nuestro personaje presidente municipal de Acatzingo, diputado local, diputado federal, director del DIF estatal, secretario de Desarrollo Social y presidente del CDE precisamente del partido que hoy vomita y que forma parte “del pasado más obscuro de la intimidación y el abuso del poder”.

Freud escribió: infancia es destino.

O dicho de otra manera: origen es destino.

El senador Armenta pretende hacernos creer que su origen priista no es destino.

Me temo que el doctor Freud le diría que en su caso está más que probado que es destino.

Y si me apuran: fatalidad.

Sólo a un priista se le ocurriría matar a un candidato de MORENA —su partido— con una inyección de miel.

Y si bien, el senador no estuvo en la mesa en la que se fraguó la conspiración, si estuvieron dos de sus colaboradores más cercanos.

A uno de ellos lo quiso incrustar, sin éxito, como magistrado del Tribunal Electoral del Estado.

En otra mesa también habló pestes del candidato de MORENA (el hoy gobernador Barbosa) con los mismos personajes.

En ambos casos fueron grabados por un ex funcionario del sistema de agua potable de Atlixco.

¿Hubo espionaje?

No.

Hubo colaboracionismo.

El espionaje telefónico es muy obvio:

Exhibe a dos personas conversando, se escucha el gis de la charla telefónica y quedan grabadas hasta las vulgaridades de los protagonistas de la escena.

En el audio en el que aparece el senador Armenta anunciándole al dirigente estatal de Fuerza por México que será candidato a la alcaldía de Puebla porque así lo determinó en parte él, no se configura el espionaje.

Es un mensaje que dejó en el WhatsApp del destapado.

En su delirante imaginación, el senador ve moros con tranchete.

Los moros, ya lo sabemos, son en parte árabes.

El tranchete, también lo sabemos, es una herramienta de Zapatero para cortar el cuero.

Detrás de su audio, pues, no hay espionaje alguno ni tampoco invasión alguna a su privacidad, una vez que no está hablando de temas íntimos.

Habla de un tema público —muy público—, como lo es una candidatura.

En otras palabras, conjuga un verbo muy mexicano: el verbo destapar.

El problema es que lo hace como si el partido Fuerza por México fuese de su propiedad.

Cuando menos en Puebla.

Ése es el tema que busca evadir con el falso debate del “¡me espiaron, me espiaron!”.

Por cierto:

El sábado pasado, en la oficina que tiene en el fraccionamiento Estrella del Sur, a la altura de Nissan, convocó a una reunión de adictos suyos, todos ligados a MORENA, para decirles que en caso de que no salgan beneficiados con candidaturas —en la tómbola del partido— tienen ahora la opción de ser abanderados por el partido Fuerza por México, lo que confirma lo que escribí en la columna que llevaba en el vientre un audio con su voz.

Y aquí tampoco hubo espionaje.

Es algo muy simple y sencillo.

En la Mixteca poblana le llaman “colaboracionismo”.

Nota Bene: de última hora trascendió que Eduardo Rivera Santamaría, también conocido como Lalo Fake, será el candidato de Fuerza por México como parte de una estrategia que es necesario desentrañar.
¿De parte de quién?




Mensaje Último a un Gran Amigo. David Vega Becerra fue un militante de izquierda toda su vida.

En la Sierra norte de Puebla, donde fungió como director del CBTIS 86, todo mundo lo respetaba.
Ingeniero textil de profesión, charro por vocación, pasó esos años con su brillante esposa Olga dialogando con personajes como Eduardo Fuentes de la Fuentes y quien esto escribe.

Esas amistades lo hicieron sospechoso ante el cacicazgo local, que, pronto, movió sus tenazas para quitarlo de la dirección del bachillerato tecnológico.

Eduardo fue quien me dio la noticia de la muerte de David.

Pensé en las charlas inteligentes que sostuvimos durante varios años.

Recordé la visita cotidiana que le hizo a Eduardo cuando éste se puso en huelga de hambre frente a la Presidencia Municipal de Huauchinango.

(Visita a la que también me volví adicto antes de cada emisión de mi noticiero radiofónico: El Ferruco).

Tracé en mi cabeza las historias que narraba sobre el movimiento del 68 y lo vi interrumpiendo su discurso aquel 2 de octubre ante el fuego de la metralla del ejército.

En fin: pensé en todo lo que David nos dio con ese brutal corazón que dejó de latir hace apenas unos días.

Que los dioses de la poesía te acompañen en tu viaje a la otra orilla, caro amigo.

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/CR

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