facebook comscore
No soy adicta... eso me decía

No soy adicta... eso me decía

Columnas jueves 18 de agosto de 2022 - 00:04

Quiero comenzar esta columna aceptando que viví una época muy oscura por estar traumada con mi peso. Cada día estaba más obsesionada con querer perder kilos de más que no necesitaba. Pero la constante crítica hacia mí misma, la necesidad por querer ser “perfecta”, por sentirme aceptada, me hizo entrar en un espiral descendiente de dolor y sobre todo mucha falta de respeto hacia mi cuerpo.

Cuando toqué fondo con conductas abusivas y adictivas, fue un día que vi a un par de personas muy cercanas que en poco tiempo se habían puesto muy delgadas.

Les pregunté qué estaban haciendo… tomaban unas PASTILLAS PARA BAJAR DE PESO, pero no me quisieron decir cuáles eran… sin embargo, un adicto siempre busca las formas de conseguir sus sustancias… ojalá usáramos esa energía para conseguir cosas positivas… en fin, de alguna forma logré comprarlas.

Las estuve tomando mucho tiempo y por más que me decía que era el último bote que compraría, siempre compraba otro. Sentía que, si no me las tomaba, iba a despertar la fiera antojadiza que habitaba en mí, tragándose todo lo que se le cruzara y me iba a poner gorda.

Quiero agregar que en esos momentos estaba viviendo muchos cambios en mi vida que me estaban doliendo demasiado y poniendo mi atención SÓLO en mi peso, evadía lo que estaba pasando y eso se sentía tan bien, aunque fuera por breves momentos, pero las caídas son mucho más fuertes que la evasión. Y esas pastillas funcionaron perfecto como una “salida” rápida a lo que estaba atravesando.

Como las pastillas para bajar de peso hacen que nuestro cerebro no emita la sensación de hambre me daban paz nada más de tomarlas, sintiendo que no tenía que hacer ningún esfuerzo, por fin podía quitarme esa constante obsesión por estar más delgada, ese “problema” se lo dejé a la sustancia y con esa represión de hambre, se me empezaron a olvidar las cosas… pero qué más daba, prefería estar flaca que idiota…

Otro gravísimo problema es que las pastillas decían que si podía tomar… otro “descubrimiento” de que combinadas con alcohol me daban unos viajes de desconecte cañones…. Evidentemente era la peor mala copa, tomaba demasiado porque quien haya tomado este tipo de pastillas sabemos que nos da mucha sed, pero LO PEOR fue que no me acordaba de nada, de NADA… y yo pensaba en el dicho “no hay borracho que trague fuego”… en el fondo sabía que era peligrosísimo perderme de esa forma… pero, una vez más, prefería estar flaca que ponerme en riesgo.

Lo que les estoy compartiendo lo hago con mucho dolor, no es fácil para mi escribir esto y los que me leen no lo sabían, pero lo más triste es que ni siquiera mi gente tiene idea… es un camino MUY SOLITARIO, y por supuesto excesivamente destructivo.

Un día un amigo me preguntó que qué me metía. Me indignó su comentario porque yo jamás he sido drogadicta, eso me decía, porque ahora me doy cuenta de que esas pastillas eran mi adicción y funcionan igual que cualquier otra droga, pero yo estaba ávida de escapar de mi realidad y tomarme esas pastillas lastimando tanto a mi cuerpo hicieron, hicieron que cometiera muchos errores…. (continuará)


Envie un mensaje al numero 55-11-40-90-52 por WhatsApp con la palabra SUSCRIBIR para recibir las noticias más importantes.

/CR

Etiquetas


Notas Relacionadas
El tren de la verguenza Columnas
2024-03-25 - 23:07
Colosio y el México que no pudo ser Columnas
2024-03-24 - 23:08
Cinco décadas y contando Columnas
2024-03-21 - 19:30
El héroe de las mil caras Columnas
2024-03-20 - 23:07
La opacidad de las encuestas Columnas
2024-03-20 - 23:05
+ -