Este 11 de junio el Consejo Nacional de partido sesionarán para sentar las bases y lineamientos para la reorganización en los Consejos Nacional, Estatales y Comités Ejecutivos Estatales
Por Vera Fernández
Aunque el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ganó la mayoría del Congreso local en el 2018 y la gubernatura de Puebla en el 2019, perdió el control de su dirigencia estatal por carecer de un liderazgo oficial desde hace cuatro años.
El triunfo contundente que el partido obradorista obtuvo en las pasadas elecciones lo llevó a convertirse en la primera fuerza política de la entidad poblana; sin embargo, también derivó en la debilitación de su estructura interna.
Dirigencia, acéfala desde 2018
El conflicto que gira en torno al Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena inició en 2018, cuando Gabriel Biestro Medinilla dejó la presidencia para ocupar la primera diputación plurinominal en la LX Legislatura del Congreso de Puebla.
Biestro Medinilla –actual titular de la Secretaría del Trabajo del Gobierno del Estado– llegó a la dirigencia partidista en el 2015, luego de haber sido designado por el Consejo Estatal en relevo de María Luisa Albores González, quien fue la primera presidenta morenista en la entidad.
Debido a que sus estatutos internos prohíben la duplicidad de cargos, optó por presentar su renuncia al partido para saltar al Poder Legislativo, donde asumió la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.
Tras su salida, el entonces secretario general de Morena, Edgar Garmendia de Los Santos, subió a la dirigencia de manera provisional, en tanto, los consejeros preparaban la elección de un nuevo presidente para un periodo de tres años.
No obstante, la renovación se vio pausada por determinación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) –dirigido por Yeidckol Polevnsky Gurwitz– ante el riesgo de que perfiles ajenos al partido se “colaran” en el proceso interno.
Aunque en el 2019 se realizaron 300 asambleas distritales en todo el país –incluidas las 15 de Puebla– para la posterior elección de liderazgos, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declaró a nulidad del proceso por irregularidades en el padrón de militantes.
Como parte de la sentencia, los magistrados ordenaron al CEN depurar su registro de afiliados antes de continuar con su reestructuración interna, lo que no ha sido cumplimentado hasta la fecha.
Jaloneo en Puebla
Ante la falta de una convocatoria para renovar los Comités Estatales, el presidente nacional interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, nombró a Mario Bracamonte González como delegado en funciones de presidente en febrero del 2019, previo a la definición de Miguel Barbosa Huerta como candidato a la gubernatura en las elecciones extraordinarias.
No obstante, la designación fue desconocida por Edgar Garmendia y su grupo político, lo que derivó en un “jaloneo” interno que se prolongó hasta el 2021.
En la pugna también se involucraron la ex alcaldesa de la capital, Claudia Rivera Vivanco y el ex diputado local, Gabriel Biestro, quienes ocasionaron mayor división.
Con el objetivo de ser reconocido como el líder legítimo del partido, Bracamonte González promovió múltiples impugnaciones ante tribunales, mismas que fueron desestimadas en su totalidad.
En marzo de 2020, el actual diputado local de la bancada morenista, Carlos Evangelista Aniceto, llegó a la entidad poblana como enlace del CEN, con la finalidad de conciliar los conflictos entre ambas partes.
La llegada de Mario Delgado Carillo como dirigente nacional, cargo que asumió en noviembre del 2020 tras resultar ganador de una encuesta abierta, calmó ligeramente el panorama político que prevalecía en Puebla.
En diciembre del 2021, Aristóteles Belmont Cortés –perfil ligado a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum– aterrizó en el CEE de Morena para ostentarse como secretario de Organización en funciones de dirigente estatal.
En diciembre de 2021, Aristóteles Belmont Cortés –perfil ligado a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum– aterrizó en el CEE de Morena para ostentarse como secretario de Organización en funciones de dirigente estatal.
Renovación legítima, a partir de este 11 junio
Después de cuatro años de conflictos internos, el partido que fue fundado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llevará a cabo la renovación de dirigencias estatales que se ha aplazado desde el 2018.
De acuerdo con la convocatoria emitida por la presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján Uranga, el próximo 11 de junio sesionarán para sentar las bases sobre la renovación de los Consejos Nacional, Consejos Estatales y Comités Ejecutivos Estatales.
“Evaluación del Desarrollo General de Morena y presentación para su análisis y en su caso aprobación del plan de acción para reorganización de Morena como Partido-Movimiento para recuperar su institucionalidad en todos los órganos de conducción y dirección municipal, distrital, estatal y nacional respectivamente”, señala el orden del día.
Una vez que sean establecidos los lineamientos para la reestructuración interna, en Puebla se llevarán a cabo 15 asambleas distritales para que la militancia elija a las 150 personas –10 por cada distrito electoral– que formarán parte del Consejo Estatal.
Posteriormente, los nuevos integrantes del Consejo serán los encargados de designar, por mayoría de votos, al próximo presidente o presidenta del CEE de Morena.
Foto: Agencia Es Imagen