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Morena, ante el reto de organizarse

Morena, ante el reto de organizarse

Columnas jueves 18 de agosto de 2022 - 00:00

El reto que tiene ante sí Morena en Puebla es simple, aunque complejo, si se le ve como la mera organización de un partido político que el próximo fin de semana elige a su dirigente estatal, con todo lo que ello conlleva.

Asomándose un poco más a lo que entrañan sus movimientos, decisivos para llegar a 2024, se atisba que están frente a la oportunidad única de conformar, por fin, una opción real de izquierda en el estado dejando atrás infinidad de intentos fracasados.

Llegarán a 2024 con un presidente y un gobernador del mismo partido, que se asume de izquierda. Así que las condiciones están dadas para que retenga la gubernatura y gane espacios donde aún no ha logrado ni siquiera una regiduría o una diputación.

Digamos que aunque siempre existió la izquierda en Puebla, jamás estuvo organizada ni aceptó entre sus integrantes a quienes antes estuvieron en las filas de la derecha encarnada tradicionalmente en el panismo, pero también incrustada en el priismo.

Hoy, las cosas son distintas. En las mismas siglas hay quienes estuvieron en la derecha y quienes nacieron en cuna priista.

Lo que tiene Puebla es una pretendida izquierda en proceso de consolidación no sólo como opción política sino como forma de gobierno.

Ahí lo atractivo de lo que viene el fin de semana, cuando habrá de elegir a su dirigente en un estado que ha vivido tiempos políticos convulsos, que ha sido golpeado por el huachicol y donde al menos 60 políticos han terminado involucrados en actos delictivos tan graves como la delincuencia organizada.

En esa lista hay desde un gobernador hasta regidores, alcaldes, diputados, secretarios de estado… Sí, al menos 60 de todos los partidos políticos. Algunos de ellos están en la cárcel; otros, prófugos.

Un factor que suena extraño, pero que cada vez más se asume como una condición de la normalidad política en México, es que, igual que en varios países de América Latina, la izquierda ya no ve al Ejército como un enemigo.

Nadie, o casi nadie, llama a los soldados rasos con el despectivo «sardo». A la izquierda, ahora en el oficialismo, le dio por reconciliarse y militarizar la seguridad pública a nivel nacional, y Puebla sigue la tendencia nacional.

De otro modo: ya no es antisistema, pero sigue dispersa y sin organización. Sintomático es que desde 2018, cuando Gabriel Biestro Medinilla dejó la presidencia para ocupar la primera diputación plurinominal en el Congreso, no ha tenido una dirección sólida en la que crean los afiliados.

Falta ver cómo se reconcilian, si es que lo hacen, las distintas izquierdas que conviven en Morena-Puebla: aquellos que se dicen puros y aquellos que son vistos como foráneos. Ambos, les guste o no, se tocan en un punto y ese punto es, de momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Está próxima otra de las citas de la izquierda poblana con la historia. Y no viene exenta de convulsiones.


Al Margen

Menudo compromiso el que se aventó el presidente municipal de Ahuazotepec, César Ramírez Hernández, al despedir a 17 policías municipales por tener nexos con grupos dedicados al robo de combustible y que además extorsionan, dijo, a los automovilistas. Y sí, le falta lo más delicado: presentar denuncias penales.

Periodista. Jefe de información de ContraRéplica Puebla.
israelvelazquez@gmail.com
@IsraelV_mx

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/CR

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