Mazikeen y la decisión de entre ser ella o conservar a su familia

Mazikeen Castillo tiene 24 años de edad, desde hace seis años se asumió como una mujer trans, y hace dos comenzó su proceso de transición, pero desde hace seis meses que no habla con su familia, debido a que no han aceptado su cambio de identidad.

En entrevista con Patricia Estrada, directora editorial de Diario ContraRéplica Puebla, la joven activista y política ha compartido cómo ha sido su vida desde su transición, los planes a futuro y el objetivo de concientizar a la sociedad para evitar más casos de discriminación.

Mazikeen se identificó hace siete años como una mujer trans, por cinco años se quedó en el clóset, y hace dos años decidió que era hora de transicionar y vivir su vida sin ocultar quién era.

Antes de eso, sentía que no era ella quien vivía su vida, de la cual era sólo una espectadora, como de una película.

Tenía tres años, cuando iba al maternal y usaba un bálsamo como labial, hasta que una niña le dijo que no podía usarlo porque “eso era de niñas”, ella respondió que era una niña, y la pequeña le reviró que no, que era un niño.

“Y yo así como de a ver a ver qué está pasando aquí ,y es ese shock, que yo tuve por primera vez, y desde entonces siento que fue el que ya nunca pude dejar de verlo de esa manera, constantemente en la sociedad me recordaba el hecho de que yo cómo me siento, el como yo me identifico y quiero desarrollarme socialmente, no es la forma en la que la mayoría me percibe”.

Hasta los 18 años de edad no había escuchado la palabra trans o transgénero y fue en un video de Youtube en el que la escuchó por primera vez, investigó y así disolvió las dudas que tuvo en toda su vida.

Al contarle a su mamá sobre que sentía ser una mujer trans, su mamá reaccionó mal, por lo que tuvo que ocultar su identidad en el clóset. Su padre le dijo que ella no era su hija, “para mí ya estás muerta”.

Mazikeen intentó mantener la comunicación con su familia para intentar que empatizaran con el tema, les enseñó artículos, libros, películas, podcast, pero se dio cuenta que no lo iban a hacer y tomó la decisión de seguir con su vida como mujer y no vivirla como hombre, que era lo que ellos querían.

El rechazo y discriminación de su familia le ocasionó transtornos de depresión y ansiedad y de pensar en el suicidio si no transicionaba.

Al hacerlo, el maquillaje y su primer par de tacones le ayudaron a expresarse, a formar su personalidad.

La activista no se ha sometido a una operación pues considera que existe “una gama de colores” en las que no es necesario contar con ciertas características para ser hombre o una mujer.

Aunque no vivió alguna experiencia sobre las“terapias de conversión”, compartió que al acudir con varios psicólogos todos llegaron a la conclusión de que su identidad era realmente quien era y sólo encontró a un neurólogo que dejó a un lado su profesionalismo o un diagnóstico médico para decirle que “rezara mucho”.

Su madre le dio un consejo que siguió al pie de la letra: olvidarse de su familia de sangre y concentrarse en la de corazón, así se centró en las personas que conocía y quienes la acompañaron en todos los momentos importantes de su vida.

Entre ellas su mejor amiga y su novio, a quienes ve como figuras paternas, al cuidarla en sus procesos terapeúticos y el apoyo brindado para empoderar y que se presentara a la sociedad como realmente era.

Como mujer trans no ha vivido algún acto transfóbico, debido a lo que ella llama su cispassing, es decir, que nadie sabe que es trans por su aspecto físico.

Lo que sí ha experimentado es el acoso callejero, las palabras y silbidos que cualquier mujer ha recibido sin su consentimiento en la vía pública.

Sin embargo, sí ha vivido experiencias incómodas, como en la universidad cuando un profesor se refería a ella como hombre.

Mazikeen quiere que su activismo ayude a la población LGBT y a las personas trans a que sus procesos sean más fáciles que ahora, por lo que busca concientizar a la población a través de charlas en las que comparta su experiencia personal, así como formar parte del ámbito político para estar en “la mesa donde se toman las decisiones”.

Sobre las infancias trans, la activista se pronunció a favor de las mismas y sobre todo de informar a la sociedad para evitar estigmas en torno al tema y discriminación.

“El expresar la identidad de género no solamente expresar el hecho de que eres una persona trans, también es el que he hecho que eres una persona cis, siempre se cuestiona a las personas infancias trans de ¿cómo puedes saber que eres trans a esa edad? es donde ¿tú cómo puedes saber tú cómo pudiste saber a esa edad que era cis?, es el mismo cuestionamiento”.