Los principios rectores en materia electoral

En cambio, los derechos son inherentes a todas las personas, sin importar su nacionalidad, lugar de residencia, sexo, edad, creencias, ni ninguna otra condición y su principal objetivo es sustentar la dignidad humana y procurar el desarrollo integral de todas las personas.

En materia constitucional, los derechos humanos se encuentran en la Constitución y en los tratados internacionales, y los principios van a ser determinantes para poder interpretar esos derechos constitucionales, ya que aportan a los órganos jurisdiccionales elementos para una adecuada impartición de justicia.

De igual manera, los ordenamientos jurídico-electorales están integrados no sólo por disposiciones escritas, sino también por principios, los cuales tienen como finalidad interpretar normas electorales.

En el derecho electoral mexicano el tema de los principios ha cobrado especial relevancia, ya que en el orden jurídico están previstos expresamente a nivel constitucional determinados principios fundamentales que articulan y dan coherencia al derecho electoral. Muestra de ello, es lo establecido en el artículo 41, tercer párrafo, de la Constitución, que establece: “La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas, conforme a las siguientes bases…”

El hecho de que las elecciones sean libres, auténticas y periódicas son principios básicos en la materia electoral. En cuanto a la libertad en las elecciones, no sólo implica el derecho y la oportunidad de elegir entre varias opciones, sino que requiere que se respeten también las libertades de expresión, asociación, presentación de candidaturas, etcétera. En tanto que el de autenticidad implica que la voluntad de los votantes debe realmente reflejarse en el resultado de los comicios; y por el de periodicidad se entiende que deben realizarse cada cierto tiempo de acuerdo con el calendario electoral.

Entre otros principios, también destacan el de legalidad y constitucionalidad de los actos y resoluciones electorales, ya que le dan coherencia y sustento al sector normativo, además de que sirven como parámetros de validez de los actos de autoridad.

Asimismo, se consideran como fundamentales para el sistema electoral mexicano, los principios relativos al sufragio universal, libre, secreto y directo; el de equidad que debe prevalecer en las campañas electorales y en el financiamiento público de los partidos políticos; la organización de las elecciones a través de un organismo público y autónomo; y el de certeza, legalidad, transparencia, imparcialidad y objetividad como principios rectores del proceso electoral.

A manera de conclusión, podemos decir que los principios tienen un papel fundamental, ya que dan sentido e informan al sector normativo electoral, y constituyen parámetros de la actuación de los órganos electorales, sirviendo como criterios interpretativos del derecho electoral, y desempeñan una función integradora del mismo.