Los Envidiosos

Me regalaron un libro que se llama así: “Los Envidiosos, ¿qué y a quién envidiamos?”, de F. Alberoni. El simple título me causó negación y me hizo cuestionarme si yo soy una persona envidiosa. Por supuesto que mi respuesta inmediata fue el pensamiento: NO, claro que no, yo no soy envidiosa, soy una “buena persona”. Pero esa negación se deriva de una creencia de que la gente envidiosa es mala, que “NO se debería” sentir y quees cuestión de tener una buena “moral” y ética.

Clasificamos a la gente como buena o mala según nuestros juicios, valores y lo que consideramos que son conductas social y políticamente correctas… pero ¿de dónde viene eso? Psicológicamente somos seres prejuiciosos que escaneamos a los demás para que en menos de 15 segundos tengamos formados juicios de ellas, así que en cuanto me regalaron el libro no sabía si la persona que me lo estaba dando tenía ese prejuicio de mí… pero lo más importante, o LO importante, sería darme cuenta si soy o no envidiosa, así que lo vi como un reto de auto conocimiento.

Me di cuenta de que la envidia es un sentimiento que todos experimentamos en ciertos momentos de nuestra vida, en determinados lugares, con determinadas personas y en determinadas situaciones, dependiendo de lo que deseamos en ese momento y cómo nos sentimos respecto a nosotros mismos.

La envidia viene de querer lo que el otro tiene, de compararnos con el otro… y esto NADIE podemos evitarlo, aún cuando nos han dicho que la persona que siente envidia es ENVIDIOSO y el envidioso es una persona MALA.

La envidia todos la vivimos, entonces ¿porqué nos han hecho negarla tanto? Es tan mal vista que cuando llegamos a sentirla en automático la negamos y nos sentimos culpables.

Y es que desde su origen etimológico no es nada favorable pues viene del latín invidere que quiere decir “odiar”, celar, mal querer, mirar con malicia. Si cortamos la palabra,in es hacia adentro y videre es mirar, así que la raíz de esta palabra significa “meter la mirada hacia adentro” y de ahí nace el dicho “echarle mal de ojo” a alguien, cuyo origen es el mismo: mirar con malos ojos al otro, desear que le vaya mal, tenerle celos, odiarlo, envidiarlo. Y esta creencia del “mal de ojo” es parte de muchos pueblos desde la antigüedad, hasta nuestros días, cuyo significado es causarle algo malo a alguien con el simple hecho de sólo mirarlo.

Actualmente la envidia está estudiada como una emoción que sentimos hacia gente cercana… punto extra para negar más que la sentimos… pero al desmenuzarla nos podemos dar cuenta que la envidia también viene acompañada de otros sentimientos como la admiración, ambición, deseo, avidez, codicia y celos.

Todas las emociones existen porque es la forma en que nuestro cuerpo nos dice que tiene una necesidad, y lo que la envidia nos está mostrando es algo que nos gustaría tener en nuestra vida, que no tenemos, pero que si la reconocemos en los demás es porque tenemos la capacidad de alcanzarlo.

Así que lejos de negarla podemos preguntarnos qué nos da envidia y resignificarlo para verlo como un objetivo a alcanzar, redirigir nuestra energía a esa nueva meta y poner manos a la obra para cumplir nuestros propósitos… así que, ¿es “buena” o “mala” la envidia? ¿tú que crees?