La Secretaría de Seguridad Pública dejaba ganancias de hasta 17 mil 857 pesos por hora y 3 millones de pesos a la semana
Por Guadalupe Juárez
En el Centro de Reinserción Social (Cereso) operaban por años cuartos o locales ilegales que eran controlados por los internos y las anteriores autoridades penitenciarias conocidos como “El Pueblito”, el cual dejaba ganancias hasta de 17 mil 857 pesos por hora, 3 millones de pesos a la semana, informó la Secretaría de Seguridad Pública.
A través de un comunicado de prensa, la dependencia estatal informó que se trataba de 104 cuartos en los que había “privados” para encuentros íntimos, restaurantes, farmacias, tiendas de abarrotes, locales de venta de ropa y zapatos, baños, ferretería, cortes de cabello, así como quioscos y dos gimnasios.
La SSP informó que comenzó con la destrucción de espacios con maquinaria especializada, actividades que fueron registradas por una notaría pública.
La dependencia estatal indicó que con esta acción se busca regularizar las actividades al interior de los centros penitenciarios para fortalecer el sistema de justicia en el estado.
En las fotografías difundidas por la SSP se observan los espacios que incluían aire acondicionado, un refrigerador y un lugar donde controlaban medicamentos.
En días pasados, el gobernador Miguel Barbosa Huerta aseguró que “el pueblito” fue construido con recursos de los ex secretarios de seguridad pública en colusión con los delincuentes, quienes vendían celdas de lujo, drogas y permitían la prostitución al interior del penal.
Inclusive acusó a sus ex secretarios de Seguridad de haberlo “engañado” al decirle que habían destruido estos espacios y no hacerlo.
Su primer secretario fue Miguel Idelfonso Amezaga, quien fue sustituido en febrero de 2020 por Raciel López Salazar, éste dejó la administración estatal en abril de 2021 y fue sustituido por Rogelio López Maya, quien dejó su cargo al actual titular de la SSP, Daniel Iván Cruz Luna.
Desde 2017 había reportes de la existencia de cuartos construidos con tabla roca al interior del penal, los cuales en un inicio eran utilizados para las visitas conyugales de los internos y posteriormente por reos con dinero, que preferían mantenerse lejos del resto de la población penitenciaria.
En noviembre de 2020 se registró un feminicidio en estos espacios que antes eran conocidos como “las casitas”, cuando un interno asesinó a su pareja durante una visita conyugal.
Foto: Especial