La paja en el ojo ajeno

Quizá lleve un poco de razón la crítica que hace el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena al equipo de campaña de Xóchitl Gálvez, pero como dice el dicho: «vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro».

¿Acaso Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Fernández Noroña, que son parte del staff de la doctora Claudia Sheinbaum, no son perdedores de la contienda presidencial interna de Regeneración Nacional?

Si efectivamente existen 30 puntos de ventaja entre la candidata presidencial de la 4T y la abanderada del ‘prian’, como sugieren las encuestas, ¿qué necesidad tienen las huestes de Morena de atacar a un rival tan débil como Xóchitl Gálvez? Una de dos: o quieren ganar la silla con 50 puntos de distancia, o en su defecto las casas encuestadoras están sobrerrepresentando a un elector particularmente adicto al morenismo. ¿O acaso usted cree que una candidata tan escasamente carismática como Sheinbaum podría ganar con más votos y más puntos que el mismo López Obrador en 2018?

A la postre, la elección presidencial de 2024 sepultará para siempre el poco prestigio que aún les queda a las fábricas encuestadoras, generadoras inmejorables de aprobaciones y simpatías artificiales. ¿Con qué cara saldrán, los señores encuestólogos la noche de la elección, cuando tengan que admitir que la distancia entre el primer y el segundo lugar está muy lejos de los 20 o 30 puntos que hoy vaticinan? Con sobrada razón Francisco de Quevedo decía: «poderoso caballero es don dinero».

Y, sin embargo, existe un dato cualitativo que abona a mi hipótesis de que la distancia entre ambas fuerzas no es tan grande, y mucho menos irreversible: la trama del nepotismo que Morena montó en torno al equipo de Xóchitl Gálvez. ¿En verdad existe corrupción y conflicto de interés en el hecho de que una madre de familia incluya a sus propios hijos en su campaña?

El nepotismo sólo puede configurarse en la función pública, los encargos partidistas, dado que cuentan con una fuente mixta de financiamiento –recursos públicos, privados y auto financiamiento–, no podrían acercarse a esta práctica, y mucho menos cuando los hijos de la señora Gálvez ni siquiera cobrarán sus honorarios. ¿En verdad, el partido que apoyó a la hija de Salgado Macedonio para ser gobernadora de Guerrero, se atreve a señalar a Xóchitl de nepotismo? ¿‘Es neta’, como dice la chaviza, que el partido que está impulsando la candidatura de José Ramiro López Obrador al Senado de la República por el estado de Tabasco, está usando a los hijos de Gálvez para acusar de privilegio e influyentismo?

Ahora dígame usted, ¿Sheinbaum lleva 30 puntos de ventaja o es mera propaganda?