Ford sí hizo la tarea

Por un lado, habrá que ver qué países tendrán la infraestructura necesaria para adoptar un parque vehicular con estas características, no sólo pensando en las estaciones de recarga, sino también en una red que soporte tal demanda de energía eléctrica, sin incrementar el costo del suministro, sin recurrir a combustibles fósiles o no renovables para generarla, sin contaminar más de lo que lo hacen actualmente los autos usando gasolina y diesel y, sin quedarse sin luz.

México no está ni cerca de estar listo para conectar su parque vehicular y, por desgracia, no hay un plan en la actual administración para prepararse para ello, así que, por el momento, los vehículos 100% eléctricos serán una alternativa de nicho y un lujo al que sólo unos cuantos podrán acceder.

En contraste, el volumen mundial de ventas de vehículos electrificados se ha disparado en los últimos años, pasando de los 324 mil coches eléctricos vendidos en 2015 a casi 1.7 millones en 2019 y más de 3.1 millones para 2020.

De ahí que, la falta de visión de las autoridades mexicanas no frenará una tendencia global, por lo que la solución, en este momento, dependerá más de las marcas automotrices y de los usuarios que del propio gobierno.

Vehículos híbridos e híbridos enchufables son soluciones totalmente viables pues, en primera, estos son capaces de generar su propia electricidad para recargar sus baterías, a través de la recuperación de energía durante el frenado y, en segunda, cuentan con un motor de combustión interna que les permite circular sin depender enteramente del motor eléctrico, siendo tan funcionales como aquellos impulsados únicamente por motores de combustión interna, los cuales llevan recorriendo más de cien años en el planeta.

Marcas como Toyota, BMW, Volvo e incluso Porsche, ya están muy avanzadas en esta tarea en México, con portafolios de productos que integran opciones híbridas.

Pero, a últimas fechas, ha llegado un jugador muy interesante, pues Ford sorprendió a propios y extraños con el arribo de su pick up híbrida, la cual mete de lleno al vehículo más vendido de la Unión Americana en esta pelea.

Lo particular de su apuesta es que, todavía hace algunos años, esto parecía totalmente inviable por el tamaño, el peso y la demanda energética que requiere mover un auto de estas características, sin embargo, la marca del óvalo azul se las ha ingeniado no sólo para impulsar a una Lobo con un tren motriz híbrido al que bautizó como PowerBoost, sino, además, haciéndolo con una mayor potencia que la que se encuentra en opciones impulsadas por motores V8 y V6 turbocargados de gasolina, y siendo menos sedienta de combustible.

Para acompañar la introducción de esta pick up al mercado mexicano y hacerla más robusta, Ford además decidió que todas las Escape que venderá serán híbridas, una tarea sencilla pues ellos ya habían comenzado a vender esta SUV híbrida en Estados Unidos desde hace muchos años.

Pocas cosas son más representativas de la cultura americana que una pick up y más si es la más vendida de esa nación desde hace 48 años. Su decisión de traer a México este producto ha dado un golpe de timón en el segmento para insertarse de lleno en la electrificación de la industria automotriz, demostrando que querer es poder.

En tanto nos preparamos para recibir la Mach-E, la primer SUV de pilas de Ford, que por cierto se fabrica en el Estado de México, la Lobo híbrida está lista para demostrar qué tan viable es la tecnología de la marca de óvalo azul y qué tan lista está para lidiar con todo tipo de obstáculos, incluso de falta de infraestructura.