El libro del canciller

Raro espécimen el político que presenta libros, más raro aún si en verdad los escribe. Se trata de una bestia curiosa, pues no conforme con la cobertura mediática de su encargo intenta dejar una explicación académica sobre la importancia de sus decisiones para la buena salud de la vida pública nacional; ejercicio narcisista que en el fondo esconde una sepulcral reverencia a la autoridad del libro muy difundida entre los más ignorantes. Sin embargo cada vez que estos eventos ocurren, con comentaristas a modo y vino de honor al fondo, el resultado siempre suele ser el mismo: el texto recién parido por el oficialismo, después de aparecer en las fotos de los periódicos atesorado por la notable concurrencia, termina en las bibliotecas de la universidades en la sección de pasquines propagandísticos.

El famoso libro que esta semana presentó el canciller Marcelo Ebrad,“La estrategia internacional de México en la pandemia de Covid-19”, tristemente no fue la excepción a esta regla. Y para muestra bastaría un solo párrafo:

El 12 de agosto de 2020, el canciller mexicano denunció ese acaparamiento de vacunas durante su participación en el debate abierto del Consejo de Seguridad sobre la implementación de la resolución S/RES/2532 (2020), referente al cese de hostilidades en el contexto de la emergencia sanitaria. En nombre de México, expresó: “Urge actuar para prevenir la injusticia que se está cometiendo, porque de ello depende la seguridad de toda la humanidad (…) Garantizar el acceso universal a las vacunas es el único camino para vencer la pandemia” (2021: 20).

¡Houston, tenemos un problema! Gracias a los buenos oficios del Canciller, México se ha convertido en el noveno acaparador mundial de vacunas con más de 95 millones de dosis adquiridas; cerca de 14 millones de ese total, por negligencia o por estrategia, permanecen en la reserva de la Campaña Nacional de Vacunación. Los libros de los políticos son tan deleznables como sus dichos: ¿realmente estamos en tiempo de presentar resultados cuando únicamente 41 millones de mexicanos tienen el esquema completo de vacunación?, ¿cuánta dignidad podría tener un texto con el sello de Relaciones Exteriores en un país donde los padres con menores con comorbilidades tienen que presentar amparos para que a sus hijos se les vacune y, en consecuencia, se les salve la vida? De acuerdo a datos de SIPINNA, al corte del 8 de agostos pasado, más de 60 mil menores se han contagiado de Covid-19 en México, y de ese total 613 fallecieron a causa del virus. Si la Cofepris autorizó desde el 24 de junio el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer para adolescentes entre 12 y 18 años, ¿por qué no se han incluido aún, al menos a los más vulnerables, a la mentada “estrategia sanitaria”?

Desde luego todo eso no viene en el librito del Canciller. Se trataba de enarbolar la triste figura de un presidenciable a modo, no de retratarlo sin filtro y de cuerpo completo. Si de una verdadera contribución a la academia se tratara; el título debería ser distinto: “La negligencia criminal del gobierno de México en la pandemia de Covid-19”.