Hasta al presidente de México sorprendió la vinculación de Ismael “El Mayo” Zambada con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya y el diputado federal electo, Héctor Melesio Cuén.
En la historia extraoficial sobre la captura del narcotraficante, el ingrediente político dinamitó el caso, pero nadie esperaba que el nombre del mandatario saliera embarrado entre tanto cochinero.
“El Mayo” esperó a contar su versión de los hechos; sin embargo, el secuestro que vivió a manos de “El Chapito” pasó a un segundo plano frente al gancho que utilizó para sacarlo de su escondite.
Joaquín Guzmán López le pidió ayuda para mediar entre el gobernador y el legislador por supuestos conflictos en el nombramiento de las autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Dato curioso: Al menos en el relato de “El Mayo” nunca se refiere a que "El Chapito" le presentaría por primera vez al mandatario.
¿Acaso “El Mayo” ya había tenido acercamiento con el gobernador y sintió confianza en presentarse a la reunión basándose en que todos eran viejos conocidos?
El narco sostiene que mientras caminaba al área de la reunión era acompañado por José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa; saludó a Héctor Cuén y uno de sus ayudantes en el rancho conocido como Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiacán.
También reconoció que Héctor fue asesinado el 25 de julio en ese mismo lugar, a pesar de que las autoridades estatales refirieron que el político perdió la vida en un presunto intento de robo.
La reacción nacional no se hizo esperar. Los reporteros cuestionaron al Presidente de México y él como siempre en defensa de la familia 4T externó su confianza al sinaloense.
Desde Baja California Sur, Rubén Rocha negó los hechos frente al mandatario y a Claudia Sheinbaum, pero pidió que la Fiscalía General de la República (FGR) abra una investigación.
Hasta el momento, la única prueba aparente de que Rocha no estuvo presente en dicha reunión fue el registro de un viaje que hizo con su familia, el 25 de julio a las 09:00 horas partiendo de Culiacán hacia Los Ángeles, California.
En México no sería la primera vez que un político de alto rango tenga nexos con el crimen organizado. Es más, la única vía que tienen los capos para que florezcan sus negocios es pactar, pagar y matar.
“El Mayo” quizá intenta salvar su pellejo frente al posible destino de morir en una cárcel de Estados Unidos, pero la duda mata y puso el dedo sobre el gobernador de Sinaloa, quien ha desarrollado una gestión cuestionable.
En marzo de 2024, cuando ocurrió el secuestro de al menos 39 personas en Culiacán pidió a las personas no tener miedo y entender que son cosas que lamentablemente ocurren.
Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador quiere comprarse el sueño de que en su sexenio no hubo ni habrá manchas de corrupción, así que tampoco hay que ser adivinos para anticiparnos a la conclusión de la FGR.
Por lo pronto sería sano que la próxima presidenta de México no meta las manos al fuego por Rubén Rocha, hasta conocer si el narcotráfico logró o no tirar las "inmaculadas" paredes de un gobierno morenista.