El día que un gobernador ayudó a las víctimas de un junior

Miguel Barbosa instruyó una investigación “escrupulosa” de todos los que intervinieron para dejar libre a Yamil “N”.

Por Jaime Carrera

La historia es conocida por ser tan común: Un junior supuestamente ahogado en alcohol conduce su Mercedes Benz con exceso de velocidad. En su imprudencia, asesina (le dicen homicidio culposo) a un joven de 27 años de edad que esperaba su autobús para ir a casa.

En la trama aparece un abogado que logra un acuerdo para que el junior salga libre a cambio de una indemnización. El acuerdo es una farsa y se hizo mediante engaños. Todo caminaba como siempre.

La familia del muerto en la impotencia, el junior y su familia feliz y tranquila.

Pero ayer, la historia dio un giro de 180 grados.

En la conferencia de prensa mañanera de Casa Aguayo, a un lado del gobernador Miguel Barbosa Huerta, aparecieron los padres de Juan Carlos Medel, víctima del junior llamado Yamil “N”, quien tiene en su haber 27 fotomultas por exceso de velocidad y varios juicios en tribunales.

La escena va acompañada de dos mensajes contundentes por parte del jefe del poder Ejecutivo local: habrá una escrupulosa investigación en contra de todos los involucrados que dieron pie a la liberación del presunto culpable y una iniciativa de reforma para radicalizar las penas contra aquellos que conduzcan en estado de ebriedad.

Para no dejar dudas del apoyo total a la familia de Juan Carlos, Miguel Barbosa sentencia de tajo: Los delitos cometidos por el tránsito de vehículos ocurren de manera permanente y desafortunada, pero son aún más reprochables cuando se crean condiciones de impunidad y privilegios.

Y, remata: “Este es un caso emblemático que no debe repetirse entre cómo se trata a un pobre y a un rico, debe ser igual para todos y no depender de las posibilidades económicas o sociales, eso nunca más en Puebla, por lo menos mientras yo esté en el gobierno, nunca más”.

Las cifras son realmente son catastróficas. Tan sólo durante 2019, en promedio cada hora hubo un accidente de tránsito en Puebla. Peor aún, la Vía Atlixcáyotl en donde murió Juan Carlos, justo pertenece a la cuarta área metropolitana más riesgosa para peatones y ciclistas a nivel nacional.

Antes de la reunión con el mandatario estatal, el matrimonio Medel veía lejana, sino es que imposible, la posibilidad de acceder a la justicia, sin embargo, ahora habrá minuciosas investigaciones para cada actor involucrado en el caso: juez, Ministerio Público, agentes viales o, en su caso, policías estatales, así como los abogados que intervinieron.

El padre de Juan Carlos, don José, se arma de valor y responde al gobernador en la transmisión en vivo: “Si contamos con su apoyo, yo estoy firme y no me echo para atrás”. Las cosas no han sido sencillas, su familia había sido persuadida para otorgar el perdón. Inclusive, abogados recurrieron a la intimidación y las amenazas.

“Y no es dinero, simplemente cárcel para el sujeto, para que no le dé derecho a matar ni a los de su clase, porque saben que con dinero podrán salir siempre libres, muchas gracias por su apoyo”, añadió el hombre. Barbosa Huerta aclaró que, si bien existe plena confianza en el desempeño de los titulares de la Fiscalía y Tribunal Superior de Justicia estatales, es necesaria una revisión exhaustiva del actuar del personal de ambas instituciones.

“Todo empezó desde el momento en que ocurrieron los hechos —el 24 de noviembre— llegaron los abogados del conductor, seguramente empezaron a influir en el escenario. Se envió al MP, pero no tenemos certeza si hizo examen de alcoholemia, se judicializa y los dos abogados de la parte agraviada se comportan de manera antiética y colaboran con la defensa del presunto responsable”, condenó el gobernador.

En ese momento aprovecha para recordar que sigue vigente su interés de instaurar un Colegio de Abogados que funcione como eje rector del desempeño de la abogacía en Puebla. “Desconfíen de sus abogados, muchos de ellos han estado convirtiendo a esa noble profesión en el más vil de los oficios”.

Y, Miguel Barbosa es el encargado de revelar la trama antiética: “Un abogado le dice que llegue a un acuerdo reparatorio y el segundo, igual, le hace ratificar a don José un escrito que firma, pensando que era para el relevo de un abogado a otro, pero en su contenido establece la supuesta voluntad de que se llegue a un acuerdo de reparación del daño”.