El Enigma de Elba Esther Gordillo en su Visita a Puebla

Se llama Luis Antonio Lagunas Gutiérrez, fue abogado de la maestra y cuenta con 37 años de edad.

El columnista Raymundo Riva Palacio reveló en su momento que buscó casarse con la señora Gordillo en 2015, cuando ella se encontraba en prisión.

(En realidad pasó su encierro en una cama de hospital).

Todo estaba listo para la unión por el civil cuando se detectó que al entonces joven de 32 años le faltaba un documento.

El matrimonio, uff, tuvo que posponerse.

La locutora Fernanda Familiar informó vía Twitter en 2018 que por fin la boda se había consumado.

Nadie la desmintió.

El abogado estuvo de lo más cariñoso con la profesora mientras comían langostinos y bebían vino blanco albariño.

En varios momentos intentó tomarle la mano, pero la profesora evitó dársela.

Hay que decirlo: fue la mesa más vista a lo largo de este miércoles en El Desafuero.

Una vez que se tomó un orujo, la maestra se puso de pie, se colocó el cubrebocas, pasó al baño y cruzó el comedor principal para retirarse con su esposo.

—¡Adiós, maestra! —le gritaron varias señoras que comían en una gran mesa.

—¡Adiós, adiós! —respondió ya de salida.

Afuera la esperaba una Suburban prieta con un chofer que hace las veces de escolta.

¿A qué vino Elba Esther Gordillo a Puebla? —se preguntaron sus seguidores del frustrado partido político bateado por el INE.

Y es que ellos no fueron convidados ni informados.

Algo es cierto:

No vino solamente a comer langostinos y a evitar la mano presurosa de su esposo.

No vino sólo a beber albariño y una copa de orujo.

No vino sólo para que la vieran los comensales de El Desafuero.

Pronto sabremos a qué vino y con quién se entrevistó antes de la hora de la comida.

La araña ya investiga.

Se Dicen Cosas Horribles de un Magistrado. Entre los jueces y magistrados que están lo suficientemente preocupados destaca uno: Alberto Miranda Guerra.

Se dicen cosas horribles de él.

(Y no hay forma de pararlas).

Se dice, por ejemplo, que a las internas de San Miguel les pedía algo más que sus datos curriculares.

(Hay testimonios muy fuertes).

También se ha hablado de violencia intrafamiliar.

(Mi fuente pidió el anonimato ante el riego de una vendetta).

Miranda Guerra es de los magistrados a los que el gobernador Miguel Barbosa tiene entre ojos.

Cómo olvidar este pasaje ocurrido una semana después de que el gobernador ganó las elecciones de 2019:

Había terminado el encuentro de Miguel Barbosa y los integrantes del Tribunal Superior de Justicia cuando el magistrado Miranda Guerra caminó unos pasos hasta donde éste se encontraba.

—Señor, su vocero constantemente me ha venido criticando de muy mala forma.

Barbosa no le dio tiempo a más y visiblemente irritado le dijo que ésa no era la forma de hacer reclamos.

Miranda Guerra se puso pálido y terminó con la mirada extraviada.

Esa misma mirada es la que hoy tiene.

Y es que ya escuchó —una y otra vez— los emblemáticos tambores de guerra.

Un Ministro Peñanietista y la Propuesta del Presidente. Era previsible.

Luis María Aguilar, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), presentó un proyecto sobre la propuesta lopezobradorista de realizar una consulta popular para enjuiciar a cinco ex Presidentes de la República.

El ministro, conocido por su peñanietismo, dijo metafóricamente que la petición era todo un "un concierto de inconstitucionalidades".

Y más: en ese concierto —él cuando menos— no quiere ser parte del coro.

Vaya: ni siquiera aspira a tocar los timbales.

El Pleno de la Corte discutirá el jueves 1 de octubre la propuesta.

Sólo hacen falta seis votos para que el proyecto sea aprobado o desechado.

¿Qué harán los colegas de don Luis María?

¿Elegirán ser los Hermanos Zavala o Carmela y Rafael o batearán al estilo AMLO al presidente de la República?

La duda mata.

Y apesta.