El Caballo Cansado de Manuel Bartlett (Las Casas y los Aguacates)

Casi todo le sale mal.

En 1988, en la CFE (Comisión Federal Electoral), en la Secretaría de Gobernación, se le cayó el Sistema.

23 años después, en la CFE (Comisión Federal de Electricidad), se le cayó el país.

Hace un año, en Tabasco, la lluvia le cayó de más y tuvo que inundar pueblos pobres llenos de pobres para no afectar ciudades importantes.

Cuando fue secretario de Gobernación, se le murieron un agente de la DEA y un periodista.

Ya en Puebla, como gobernador, se le murió un campesino de 84 años de edad.

Cuando las cosas no se le caen, se le mueren.

Y a veces se le cansan.

En 1999, en la contienda interna del PRI, Bartlett buscó ser candidato, y quedó en el último lugar de entre cuatro aspirantes.

¿Qué ocurrió?

Se le cansó el caballo.

Melquiades Morales, como generoso gobernador que fue, le regaló siete distritos poblanos para que no quedara tan mal.

Lo cierto es que el caballo de Bartlett estaba tan cansado que no le dio ni para ganar un solo distrito.

El regalo de don Melquiades curó un poco la depresión antidiluviana.

Ya en la 4T, a León Manuel Bartlett, su hijo, se le cayó un súper negocio en el IMSS.

Papá Bartlett intervino entonces para que no le cayeran los ministeriales.

Pero no todo lo ha salido terrible a don Manuel.

En el tema inmobiliario no le ha ido nada mal.

Él y su pareja sentimental —que vive en otra casa— han atesorado propiedades inmensas.

También le ha ido muy bien en los negocios de su hijo, pese al tropezón en el Seguro Social.

Bartlett es un hombre exitoso e inmensamente rico.

Afuera de una de sus casas en Puebla hay un añejo letrero que reza: “Se venden aguacates”.

Una investigación de quien esto escribe arrojó que los aguacates se venden extraordinariamente bien.

Como todo, tienen sus tiempos.

Entre octubre y febrero, se venden muchos aguacates.

Entre marzo y mayo, la demanda decrece.

Y junio es lo que se dice una temporada baja.

Conclusión: en el tema inmobiliario y en la venta de los aguacates no le va nada mal.

Nota Bene: una vez a doña Julia Abdala y a don Manuel Bartlett se les cayó la venta del seguro contra desastres naturales en el sexenio de Mario Marín, su hijo político.

La venganza fue brutal.

Apenas sobrevino el caso Marín-Cacho, Bartlett declaró que el orgullo de su nepotismo partidista era “un gobernador desprestigiado”.

Pese a las tormentas tropicales, bien le va a quien se apellida Bartlett.

Apostilla a la Quinta de El Padrino. Otro ejemplo brutal de la trama de la traición y los mensajes subliminales aparece cuando Michael Corleone acude a Las Vegas a decirle a un petulante Moe Greene que la Familia va a quedarse con el hotel y el casino que éste ha venido administrando.

Ante el enojo y los desplantes de Greene, Fredo, hermano mayor de Michael, le dice al nuevo padrino que en Las Vegas nadie le habla en el tono que le habló al empresario.

La respuesta de Michael es de antología:

“Eres mi hermano y te quiero, pero nunca vuelvas a ponerte en contra de la Familia”.

Tiempo después, metido en una traición mayor, Fredo es asesinado en el Lago Tahoe mientras rezaba el Ave María al tiempo que pescaba.