Derbez y los Jenkins hipotecan a la Udlap por deuda de 629 mdp

Se trata de una acción ilegal que derivará en nueva denuncia penal, revela abogado.

Por Ignacio Juárez Galindo

Escucho del otro lado de la línea a Rodrigo Gurza Cárdenas, representante legal del nuevo patronato de la Fundación Universidad de las Américas Puebla.

Lo que me dice me deja atónito.

Palabras más, palabras menos:

Luis Ernesto Derbez Bautista, con la venia de la familia Jenkins de Landa, no sólo endeudó a la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) en cinco días del primer semestre de 2020 con 629 millones de pesos, una diferencia de casi mil por ciento a los pasivos registrados a finales del 2019.

Lo más grave es que para conseguirlo hipotecó el patrimonio de la casa de estudios. Escucho la revelación y no salgo mi estupor.

Gurza va más allá y me dice que ni el exsecretario de Relaciones Exteriores foxista ni la familia Jenkins de Landa tenían facultades legales para empeñar el patrimonio a la casa de estudios por una sencilla razón: todo estaba a nombre de otros y estaba radicado en Panamá.

Una sentencia queda en el aire por varios segundos: eso amerita, por sí solo, una nueva denuncia penal contra los involucrados, quienes ya tiene seis causas penales por ser partícipes de un multimillonario desfalco a la institución.

Es entonces cuando viene a mi mente el recuerdo de Vicente Fox Quesada. Un ranchero, cuasi analfabeto, cuyas ocurrencias combinadas con el cansancio de 80 años de priismo le permitieron llegar a la presidencia de la República.

Fue el mismo Fox que dijo solucionaría el conflicto armado en Chiapas en 15 minutos.

El presidente del “comes y te vas” que hizo añicos décadas de buena política exterior.

El mandatario cuyo lema para sacar adelante a los mexicanos era que todos seríamos felices cuando tuviéramos “un vocho y un changarro”.

Ese mismo Vicente Fox que designó a Luis Ernesto Derbez, en primera instancia, como secretario de Economía y, posteriormente, canciller de México.

El mismo Ernesto Derbez investigado por un multimillonario desvío de recursos en la administración federal.

Y ahora es el mismo funcionario que está involucrado en una oscura trama con dos rutas: el desfalco por 12 mil 336 millones de pesos a la Fundación Mary Street Jenkins y el saqueo de, por lo menos, 200 millones de pesos a la Udlap, así como la herencia de una deuda de 629 millones de pesos.

Que Derbez cometiera semejante latrocinio no es, pues, una sorpresa.

Ese era el tipo de hombres que manchó la transición democrática en México y cuyo refugio tras la debacle fue la Udlap.

UNA HISTORIA

Vayamos por partes.

¿Cómo es que nadie sabía de tal endeudamiento de la Udlap?

Primera aclaración: Sí se sabía. El propio Derbez se encargó de darlo a conocer el 17 de abril de 2020, a través de un comunicado en el que se explicaba que “la universidad ha obtenido un préstamo con bancos comerciales que le permite otorgar a familias severamente afectadas por la crisis económica producto del Covid-19, un crédito para sufragar hasta el 35 por ciento del total de Colegiatura y estancia en Colegios Residenciales para el semestre Otoño 2020. Este crédito solo aplicará a familias de estudiantes de licenciatura”.

La noticia, como era de esperarse, buscaba validar socialmente el crédito adquirido. El problema es que nunca se explicó el monto solicitado ni los movimientos realizados.

Para cuando se difundió el comunicado, en las finanzas de las Udlap había una deuda permanente de 67.7 millones de pesos y un crédito adicional de 70 millones otorgado por BBVA Bancomer.

El monto total de los pasivos se conoció hasta cuando Derbez rindió su informe anual 2020-2021 y reconoció que ascendía 540 millones de pesos, pero con el pago de compromisos, al final del ejercicio fiscal, se ubicaba en 528.3 millones.

Para entender un poco más recupero una parte de lo que escribí en este mismo medio el pasado 26 de junio:

“En su informe anual 2020-2021, Derbez Bautista informó que contrataron 540 millones en líneas de crédito como apoyo para los estudiantes y se otorgaron 249 créditos, denominados Udlap Contigo.

“Si tomamos como base un pago de colegiatura de 91 mil 500 por cinco materias al semestre, el apoyo de 35 por ciento ascendería a 32 mil 025 por estudiante de licenciatura. De acuerdo con el informe de Derbez, se entregaron 249 créditos, por lo que el monto ascendería a 7.9 millones”.

Conclusión: la información siempre estuvo ahí… pero matizada.

EL HALLAZGO

Fue hasta que el Juez 24 de lo Civil de la Ciudad de México decidió designar a un nuevo patronato para la Fundación Udlap cuando se supo con precisión la maraña detrás del histórico endeudamiento que dejaron Derbez y los Jenkins de Landa.

Un equipo de 20 auditores legales y financieros comenzó, paso a paso, a desentrañar la deuda hasta el momento no explicada.

Regreso al material publicado el 26 de junio:

“La deuda de la Udlap del 2016 a la fecha pasó de 128.3 millones a 497.4 millones. Los pasivos, de acuerdo con el histórico de comportamiento, venían a la baja del 2016 al 2019: 128.3 millones, 108.7 millones, 87.4 millones y 67.7 millones, respectivamente.

“Sin embargo, en 2020 la deuda de la Udlap se fue a las nubes por la contratación de seis créditos. El 19 de marzo, BBVA Bancomer otorgó un préstamo de 70 millones a la institución. El 8 de mayo, Santander haría lo mismo por el monto de 120 millones. El 14 de mayo, Derbez recibió un doble crédito: 80 millones de BBVA y 59 millones de Santander. “El 25 de junio solicitaría el último monto por 150 millones, tramitados ante Intercam.

“Los montos fueron pactados a finiquitarse entre 2023 y 2025.

“Para el corte del 31 de diciembre de 2020, la institución arrastraba un pasivo de 528.3 millones de pesos, lo que incluía el pago de las corridas financieras.

“En junio de este año (2021), la Udlap tenía la obligación de pagar 122 millones de pesos a HSBC, pero Derbez –una semana antes de que fuera defenestrado- reestructuró la deuda para quedar en 117.4 millones a pagarse como máximo en 6 de mayo de 2025.

“Tomando en cuenta los créditos contratados, descontando el pago de los réditos, para junio de 2021 había un pasivo de 497.4 millones.

“Otro punto que no queda claro es lo que ocurrió con un préstamo de BBVA Bancomer que vencía el 30 de junio pasado. El monto original fue de 70 millones, pero para julio de este año ascendía a 56.6 millones”.

¿Todo esto que significa?

Que en el primer semestre de 2020, Derbez endeudó a la Udlap en un promedio de 3.4 millones cada día.

Pero si tomamos como base solo los cinco días de todo el semestre que le entregaron el dinero, entonces, la deuda creció 125.8 millones en promedio en ese lapso, un poco más de 186 mil pesos por minuto.

Conclusión: esa es la información real y sin matices.

LA HIPOTECA

“(Luis Ernesto) Derbez, la verdad, es que pintaba los números muy bien y demás, lo que la gente no entiende es que Derbez endeudó a la universidad hasta el cansancio. Les decía: 'Mira el dinero hay en todas las cuentas'. Sí pero cuántos préstamos pidió y cuántas deudas adquirió, ese es el problema”.

Las palabras son de Rodrigo Gurza con quien charlo, vía telefónica, la tarde del jueves 19 de agosto.

Es ahí donde me revela que para la adquisición de la histórica deuda de la Udlap entregó como garantía de los préstamos, el patrimonio de la universidad.

“Eso está totalmente prohibido. Ese va a ser otro delito, dio como garantía el patrimonio de la universidad, pero los que firmaron ya no eran los dueños porque el patrimonio de la universidad ya estaba en Panamá. Falta analizar y encuadrar todo, pero ese es el problema”.

Para entender más a fondo la gravedad de estas palabras basta hacer un poco de memoria.

En noviembre de 2013, el gobierno de Rafael Moreno Valle autorizó, a través de la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Beneficencia del Estado de Puebla, cambiar los estatutos de la Fundación Mary Street Jenkins que, entre otras cosas, tenía como patrimonio a la Udlap.

Para ese año, el patrimonio de la misma ascendía a 14 mil 326.8 millones de pesos (720 millones de dólares), pero con la modificación a los estatutos se establece como base el monto inicial con el que fue constituida la fundación en 1954, es decir, mil 790.8 millones de pesos (90 millones de dólares).

Ese simple cambio permitió a la familia Jenkins de Landa transferir, el 30 de abril de 2014, el dinero restante, 12 mil 336.9 millones (630 mdd), a la Fundación Bienestar de Filantropía.

En noviembre de ese mismo año cambió su sede al paraíso fiscal de Barbados y con eso también se transfirió todo el dinero.

En enero de 2015, Luis Ernesto Derbez y los abogados de la familia Jenkins de Landa, Virgilio Salas Rincón y Alejandro González, crean la empresa Consultoría en Administración de Centros Deportivos y Comerciales, para administrar 18 de inmuebles que pasaron a la propiedad de Fundación Bienestar.

Un mes antes de que concluyera el año, la Fundación Bienestar se traslada a Panamá –otro paraíso fiscal- y cambia de nombre a Fundación para el Desarrollo Latinoamericano. La nueva institución es dada de alta con fines de “interés privado”. Los únicos beneficiarios son: Guillermo Jenkins Anstead (Qepd), su esposa Elodia Sofía de Landa de Jenkins, así como sus hijos Roberto, Margarita, María Elodia y Juan Carlos Jenkins de Landa.

Toda esa serie de movimientos derivaron en la presentación de una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República por parte de Guillermo Jenkins de Landa, quien fuera excluido del patronato por oponerse al cambio de los estatutos debido a que la voluntad del patriarca William O. Jenkins era solo beneficiar su familia con una módica pensión para estudios y manutención, mientras que el resto del dinero debía destinarse a obras de beneficencia para el estado de Puebla.

Así pues, el problema comenzó a escalar. En mayo de 2020, justo en el lapso que Luis Ernesto Derbez solicitó los créditos bancarios, la Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa concluyó que la Fundación Mary Street Jenkins no cumplió con el objeto social para la que fue creada y autorizada.

A eso se sumó otro golpe más para la familia Jenkins de Landa: La Fiscalía General de la República revocó en el primer semestre del 2020 el acuerdo de No Ejercicio de la Acción Penal que se dictó a finales del sexenio de Enrique Peña Nieto e inició el expediente FED/SEIDO/ UEIORPIFAM-PUE/000934/2020.

A la par, la Fiscalía General del Estado integró la carpeta de investigación 2886/2020/ZC.

El último clavo en el ataúd fue el 30 de mayo de 2021, cuando la justicia federal negó a la familia Jenkins de Landa el amparo que interpuso contra las órdenes de aprehensión y la investigación de la FGR en su contra.

Esa situación permitió que diferentes tribunales federales y del fuero común ordenaran el embargo de los bienes de la familia Jenkins para garantizar la devolución del patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins; y que se entregara la administración y patrimonio de la Fundación Udlap a un nuevo patronato.

La Junta para el Cuidado de las Instituciones de Beneficencia del Estado de Puebla determinó que el cambio en el patronato de la Fundación Udlap estaba basado en que los antiguos patronos, es decir la familia Jenkins de Landa, encabezados por Margarita Jenkins, no podía ejercer sus funciones debido a que se encontraban prófugos de la justicia a consecuencia de las órdenes de aprehensión en su contra.

Conclusión: Lo que escucho del otro lado de la línea en voz de Rodrigo Gurza me deja atónito, pero aclara mis dudas sobre uno de los saqueos más oscuros de la historia en la entidad poblana